Barakaldo convertirá un caserío del siglo XVI en una residencia de mayores
Barakaldo – Barakaldo cuenta con un importante patrimonio arquitectónico a preservar a lo largo y ancho de su geografía. Una de esas joyas de la arquitectura es el caserío de Beurko, una construcción que data del siglo XVI y el Consistorio fabril va a dar una segunda utilidad a estas instalaciones gracias a la creación de una residencia de mayores que se asentará en este histórico edificio. Será una entidad privada quien impulse la creación del centro de mayores y para ello ha iniciado los trámites urbanísticos pertinentes para hacer realidad este proyecto que aúna cuestiones de conservación del patrimonio histórico y de creación de servicios sociales para la tercera edad. «Esta es una actuación importante para Barakaldo porque no solo va a permitir que se construya un nuevo centro residencial para atender a nuestros mayores, sino que posibilitará la conservación de una parte de nuestra historia al mismo tiempo que continuamos con la transformación urbanística de la ciudad», aseguró Juan Antonio Pizarro, edil de Vivienda, Planificación y Gestión Urbanística del Ayuntamiento de Barakaldo.
El proyecto contempla la creación de las instalaciones de la residencia en una superficie de 6.430 metros cuadrados y que no solo abarca el histórico caserío, sino también la extensión en la que actualmente se alzan un edificio antiguo y un polígono industrial. Este solar está ubicado en la intersección entre la calle Arauti y el bidegorri del paseo Dolores Ibarruri. Para poder ejecutar este proyecto, la entidad que impulsa la creación de la residencia de mayores está obligada a mantener el caserío de Beurko al estar protegido en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la localidad fabril debido a su alto valor histórico. A pesar de todo ello, el inmueble en esta última época se ha encontrado en situación de abandono lo que ha puesto en peligro su pervivencia. «Es un inmueble de propiedad privada que carecía del más mínimo mantenimiento. Su mal estado lo convierte en un foco de peligro y, de hecho, ha sufrido varios incendios que lo han puesto en riesgo de derribo», precisó Pizarro. En este aspecto, el Estudio de Detalle del nuevo proyecto al que dio luz verde en la jornada de ayer la concejalía de Vivienda, Planificación y Gestión Urbanística recoge que «las obras que se realicen en el caserío procurarán la recuperación de las características originales del mismo. Deberá respetarse la estructura original y los muros perimetrales, con especial atención al arco renacentista». Y es que el arco renacentista es la gran joya de este caserío que, aunque es neoclásico, cuenta con dicha estructura que, todo hace indicar, pertenece a una construcción que se ubicó anteriormente en este enclave. Por ello, aunque el caserío data del siglo XVI, el arco es de mayor antigüedad, aunque no hay una fecha precisa de antigüedad estimada.
Por su parte, otro de los puntos que deja claro el Estudio de Detalle aprobado en la jornada de ayer es la fisonomía que deberá tener la residencia de mayores. En este aspecto, el edificio principal que estará destinado al cuidado de mayores tendrá cuatro alturas más la planta baja respetando en todo momento el nivel de la vía pública. Además, también se prevé que el centro asistencial de personas de la tercera edad tenga una zona ajardinada de la que podrán disfrutar los usuarios y, también se habilitará una zona de aparcamiento para que quienes acudan a visitar a sus seres queridos puedan aparcar sus vehículos. Asimismo, el proyecto también contempla la creación de una acera en la calle Arauti para, de este modo, mejorar sobremanera la accesibilidad de este punto de Barakaldo.
Con todo, Barakaldo dará un nuevo paso adelante en materia tanto de preservación del patrimonio histórico como de prestación de atención a las personas mayores. Cabe destacar que en el año 2019, un vecino de Barakaldo impulsó una iniciativa para promover que este caserío se convirtiese a futuro en un espacio cultural. Finalmente, no será una instalación cultural, pero el caserío Beurko sí tendrá una nueva utilidad: ser el lugar en el que las personas mayores reciban los cuidados y atenciones profesionales que precisen.
Tomado de www.deia.eus
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