Los elementos célticos entre los pueblos del grupo vasco
La filología parece atestiguarnos la extensión de elementos lingí¼ísticos celtas en distintos lugares del país vasco, especialmente a lo largo del camino de Pamplona a la Bureva y muy particularmente entre los autrigones a través de Pancorbo y desde esta base en distintos lugares hacia el N. Estos nombres se relacionan con los que ofrecen en abundancia los berones y turmódigos vecinos, y a éstos ya Sin duda hay que considerarlos como verdaderos celtas.
Entre los autrigones tienen indudable carácter céltico las siguientes ciudades: ante todo las dos que dominan el desfiladero de Pancorbo: Deobriga-Puentelarrá, en el lugar en que el camino cruza el Ebro y el punto de partida para embocar la subida en dirección a Orduña, así como Vindelia-Santa María de Ribarredonda vigilando la salida del desfiladero en la Bureva, y además, Segisamunculum-Cerezo de río Tirón; en la montaña, al N. del Ebro con seguridad Segontia Paramica-Cigí¼enza del Páramo en la región de Villarcayo y (si fuese realmente un nombre céltico, aunque Meyer-Luebke lo duda) Uxama Barca-Osma de Valdegovia en el camino de Puentelarrá a Orduña y Bilbao. De estos nombres Deobriga equivale a Devobriga: castillo de los dioses y de él es un diminutivo Deobrigula la ciudad de los turmódigos vecinos de los autrigones, Vindelia está formada con el tema vindelo que aparece en el nombre de la tribu céltica de los vindelicios de Wurtemberg y Baviera y deriva del adjetivo céltico vindo (blanco, bueno, feliz) y Segisamunculum es diminutivo de Segisamum, también ciudad de los turmódigos y a su vez derivado de Segisama formado con el tema céltico sego- (acto de alcanzar un objetivo, de triunfar o vencer) y con el final céltico -ama, estando formado el nombre de Segontia Paramica con el mismo tema sego-.
Está también formado con sufijo céltico el nombre de Flaviobriga en la costa autrigona, pero siendo una fundación romana de carácter militar en la que pudieron intervenir soldados celtas que podían no ser precisamente del país y que fuesen los que le diesen el nombre céltico de fortaleza (briga) como se hizo en el caso de Reinosa (Juliobriga), independientemente de la gente del país, el caso de Flaviobriga se supone habitualmente que no prueba nada respecto del carácter de éste.
Entre los caristios es céltico el nombre de Suessatium-Zuazo, que hay que comparar con el pueblo de los suessiones de Soissons en la Galia. En territorio várdulo lo es el nombre del río Deva (río de los dioses).
Para D’Arbois de Jubainville sería céltico el nombre de los autrigones, formado con el sufijo -ones que compara con el de los nombres de tribus célticas como los senones, lingones, etc. En tal caso lo sería también el de los vecinos de los autrigones, los origeviones y estaría también formado con un sufijo céltico el propio nombre de los vascones que a la raíz indígena (vasc-, ausc- eusc-) agregaría el sufijo céltico -ones.
En España hay también otros pueblos célticos o celtizados que lo tienen como los berones, los celtíberos pelendones y lusones y los astures lungones. En cambio lo tiene el pueblo de los ilercavones de la costa que no tiene ningún elemento céltico, lo cual no prueba naturalmente que en los demás el sufijo no pueda serlo. En cuanto al nombre de los autrigones hay que notar también que su primera parte, que en un texto tardío (Liber generationis del siglo IV) aparece en la forma autricones, con c, puede compararse con el de la ciudad Autraca de los turmódigos y con el del río vecino Autura-Odra.
Sea lo que sea que se deba deducir del nombre de los autrigones y de los origeviones, el hecho es que las comarcas estratégicas que dominan los caminos de penetración en la zona montañosa así como el camino a través de la llanada de Alava y el de la Meseta están vigilados por ciudades de nombre céltico, lo mismo que los vecinos de los autrigones tanto por el Ebro (Rioja) como por las llanuras burgalesas, son celtas: así de los berones, dice Estrabón taxativamente que lo son y el carácter céltico de los turmódigos viene confirmado por la abundancia de nombres célticos de sus ciudades
(Deobriguia-Tardajos, Segisamum-Sasamón, Segisama-Julia hacia Villadiego, Auca cerca de Burgos) y acaso por el mismo nombre del pueblo, pues en la ciudad de Turmogum-Garrovillas de Alconétar perteneciente a los lusitanos en Extremadura, pero en territorio ocupado anteriormente por los celtas, parece reconocerse el mismo nombre de los turmogos o turmódigos. Estos además no son calificado: de ninguna otra manera por las fuentes y viven en el lugar estratégico de penetración en la Meseta y en el punto de partida de la expansión céltica hacia Occidente.
La intensidad de la celtización de la parte meridional del territorio de los autrigones y Saristios, que parece ir en aumento a medida que nos aproximamos a la Bureva y por tanto al enlace con la Meseta propiamente dicha o sea al territorio de los turmódigos y vacceos, hace pensar que un tiempo dominaron los celtas no sólo el camino de la Rioja a Burgos, sino también el de Pamplona-Vitoria-Pancorbo-Bureva.
¿Quiere decir esto que los autrigones y origeviones y los demás pueblos de la época romana, como los vascones, várdulos y caristios sean celtas? Creemos que no y que debe mantenerse en la gran masa de su pueblo su carácter indígena. Los elementos célticos en cuestión, representados por nombres de lugar en sus posiciones estratégicas, alguna señalando claramente una estación militar como Deobriga, harían creer tan solo en un dominio en el momento de la ocupación o de la fortaleza máxima del pueblo celta, que habría dejado intacto bajo los dominadores el elemento indígena que resurge así que la fuerza de aquéllos se debilita, sobre todo al ser favorecido por los romanos que se apoyan principalmente en él y que tienen en general interés en debilitar todavía más a los celtas. Más tarde todos estos pueblos, especialmente los vascones, várdulos y caristios representan tan solo el elemento indígena y los propios autrigones, si bien se ha discutido si pertenecen a los grupos vascos o al de los cántabros, hallándose en la zona fronteriza, producen más bien el efecto de indígenas que de celtas, estando arraigado el carácter vasco en muchas de sus cosas, especialmente en la lengua en buena parte de su territorio, aunque pudieron haber sido celtizados con más intensidad que los demás pueblos vascos.
El dominio céltico de la parte meridional del territorio de esta tribu podría atribuirse a los mismos turmódigos a los cuales van a parar las vías de comunicación a través de la Bureva o habría que reconstruir aquí otra tribu céltica cuyo nombre se haya perdido. Serían, si realmente se confirmase su carácter céltico, los autrigones los representantes del dominio céltico de tales comarcas? Es imposible resolver estos problemas por falta de datos seguros, ya que éstos comienzan tan sólo cuando el límite extremo del dominio céltico parece haber retrocedido hasta los Montes de Oca.
En el territorio de los vascones, las ciudades antiguas no parecen tener nombres célticos y, si el sufijo -ones fuese realmente céltico, éste no sería suficiente para admitir una celtización de los vascones que parecen lo más típicos representantes del grupo vasco; pero no hay que olvidar también que en su territorio no dejan de aparecer elementos célticos. Así cerca de Pamplona, en el lugar estratégico de cruce de los caminos de la expansión céltica, se conoce la necrópolis posthallstattica de Echauri, sin duda céltica y en la toponimia moderna aparece al E. de Pamplona el nombre de Navardún en la parte montañosa de la provincia de Zaragoza, pero desde luego en íntima relación con el territorio de Navarra. Este aparece formado con el elemento céltico -dunum (fortaleza), el cual acaso represente un momento de dominio de este territorio y es además un testimonio de la existencia de los navarros antes de que las fuentes los citen, ya que vendría a significar: fortaleza de los navarros, siendo un caso parecido a Conimbriga (cerca de Coimbra) en Portugal que, parece indicar una fortaleza céltica en el territorio de los conios arrinconados luego mucho más al S. En esta misma región de la provincia de Zaragoza se halla el nombre moderno de Gallipienzo y en la comarca de Jaca, antes de llegar a ella y en el camino que viene de Navarra el nombre de Berdún (Virodunum, como el Verdun de Francia, formado con viria brazalete y dunum fortaleza). Todo ello indica la presencia de elementos célticos al NE. del Ebro, que son más numerosas de lo que parecería a primera vista y que van a perderse en el territorio considerado normalmente por las fuentes como ibérico, llenando todo el N. del Ebro en Aragón: el río Gállego (Gallicus), la ciudad de Gallicum (San Mateo de Gállego) y el Forum Gallorum (Gurrea) citados por los itinerarios en territorio ilergeta, así como junto al Ebro, en territorio edetano, Gallur al N. de Zaragoza y Octogesa (Mequinenza).
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