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Barakaldo en el Antiguo Régimen

Barakaldo en el Antiguo Régimen

mapa-4-coello1El Barakaldo anterior a la Revolución Minera e In­dustrial de los siglos XIX y XX era un Barakaldo muy distinto al que conocemos hoy en dí­a. Era el produc­to de un estilo de vida que duró alrededor de cuatro siglos -desde finales del siglo XV hasta mediados del siglo XIX- que los historiadores denominamos Anti­guo Régimen.Pero, ¿qué o quién nos puede proporcionar una cantidad de información lo bastante amplia y hetero­génea (social, económica, polí­tica, urbaní­stica, etc.) como para obtener una visión general del Barakaldo anterior a la Revolución Industrial?La respuesta es sencilla: un escribano, es decir, un notario de la época. Una persona cuyo trabajo consistí­a en redactar y dar validez jurí­dica a mu­chos de los actos económicos, polí­ticos y urbaní­sti­cos que se llevasen a cabo, desde una compraventa a un testamento, desde una factura a un arrenda­miento.

Santos Vélez de Guevara fue el elegido. Vecino de Sarakaldo y «escribano de su magestad y publico del numero de esta Merindad de Uribe» durante los años centrales del siglo XVII, se dedicó a trabajar casi en exclusiva en su anteiglesia, proporcionándonos por ello gran cantidad de información.

De entre todos ellos, se escogió el año 1650 co­mo el más representativo, procediéndose a su estu­dio detallado y dividiéndose en dos grandes bloques:

1. LOS MODOS DE VIDA BARAKALDESES

2. LA SOCIEDAD BARAKALDESA

 

BARAKALDO EN EL ANTIGUO Rí‰GIMEN:

MODOS DE VIDA (el escribano Santos Vélez

de Guevara y el Barakaldo de 1650)

JAVIER BARRIO MARRO

 

EL ANTIGUO Rí‰GIMEN Y SANTOS Ví‰LEZ DE GUEVARA

Este artí­culo tratará, por tanto, de los modos de vida barakaldeses, extrayendo de la documentación de Santos Vélez de Guevara todos aquellos datos (económicos principalmente) que nos permitan hacer una reconstrucción de la sociedad barakaldesa en ámbitos tales como la vivienda, la agricultura, la ga­naderí­a, la industria, etc.

1.- EL CASERíO POR FUERA: CASEROS Y BASERRITARRAS

Santos Vélez de Guevara nos señala en sus docu­mentos notariales que la mayor parte de los barakal­deses son baserritarras que habitan en un caserí­o (en posesión o en arrendamiento) y que trabajan las tie­rras y heredades del que forman parte.

2.- EL CASERíO POR DENTRO: LOS ENSERES DE LOS BARAKALDESES

Paralelamente, y gracias a los testamentos y con­tratos matrimoniales que se encarga de redactar, Santos Vélez de Guevara nos informa sobre algo tan necesario y personal como son los elementos de tra­bajo, los muebles, las ropas o las joyas que guarda­ban los barakaldeses en sus caserí­os.

Evidentemente, los elementos que aparecen en la documentación no son ni de largo los únicos que po­seí­an (no se mencionan carros ni aperos de labranza) pero, al menos, nos señalan algunos de los más co­munes y, probablemente, de los más apreciados. Ello nos permite, quizás de una manera muy general, acercarnos a la mentalidad de las personas nacidas durante el Antiguo Régimen.

Así­, en el contrato matrimonial suscrito el 10 de marzo entre Marí­a de Ansola y Pedro de Zuazo se observan algunos de los que debieron ser los ele­mentos más apreciados por los barakaldeses: arcas, camas, ropas de cama y algunos utensilios de coci­na como artesas y calderas.

Algo similar observamos en el contrato matrimo­nial (18 de mayo) entre dos personajes acomo­dados: Marí­a de Urcullu -hija de¡ capitán Joan de Urcullu, fiel de la anteiglesia en 1650 y hombre de alto status social- y Marcos de Arteagabeitia, dueño del caserí­o del mismo nombre, cuyas posesiones he­mos señalado en el apartado anterior. Y lo mismo apreciamos en el testamento (16 de diciembre) de Marí­a de Retuerto Cantarrana, viuda adinerada del caserí­o Burceña y descendiente del mayorazgo Can­tarrana.

Ambos documentos nos muestran algunos de los enseres más valorados dentro de los caserí­os. De nuevo, como ocurre en la dote de Marí­a de Ansola, destacan las arcas y las camas. En el contrato ma­trimonial, Marí­a de Urcullu aporta numerosas ropas como sayas, sabanillas (pañuelos para la cabeza), camisas, almillas (prenda de vestir para el torso, ajustada y con o sin mangas), enaguas, etc., mien­tras que en su testamento Marí­a de Retuerto señala gran número de lo que hemos denominado telas, co­mo son manteles, sábanas, fundas y, especialmente, piezas de ropa y sábanas funerarias destinadas a en­noblecer su entierro.

Destacan igualmente algunos utensilios de cocina como pucheros o artesas, y especialmente, artí­culos de lujo sólo disponibles por los más adinerados como son la sortija de oro o el rosario con engarces de plata que da Juan de Urcullu a su hija Marí­a.

3.- CAMPESINOS Y AGRICULTORES

Las caracterí­sticas agrí­colas de la sociedad ba­rakaldesa se aprecian en numerosos documentos que Santos Vélez de Guevara se encarga de redac­tar. En ellos se percibe la enorme importancia que tiene la tierra tanto en su aspecto productivo (cultivos y alimentos) como en su función económica (arren­damientos, compraventas, seguros de hipotecas, etc.).

El arrendamiento que el 24 de marzo realiza Mar­tí­n de Llano de «…la mi casa y caseria y solar de llano con la heredad y dos biñedos biejos que estan en ella y la biña de ballejo y la heredad del juncal de llano pertenecientes a ta dha casa con todos los manganales qeregos y demas frutales que estan en las dhas heredades» al matrimonio formado por Pe­dro de Mesperupa y Marí­a de Escauriga es significa­tivo de la importancia que se le concede a la tierra.

Así­, Martí­n de Llano no se limita a alquilarles sus tierras sino que les obliga a que se las mantengan en perfecto estado. Pedro y Marí­a han de abonarlas dando «…una arruquerada de estiercol para las dhas heredades…», a la vez que han «…de rexir y cultibar las dhas heredades cortandoles sus catas hordinarias como es costumbre a las dhas viñas manganales y frutales». Igualmente, al final del arrendamiento deben de «…dexar las tierras y heredades (…J en el estado en que se allaren y proveyda de paxa para el ynbierno para que tenga cebo el ganado… « y «…las heredades que e! ultimo año estubieren sembradas de mayz… «

Evita así­ que, en el caso de que el matrimonio en­cuentre otra ocupación más beneficiosa, al final del arrendamiento le devuelvan unos terrenos incultos, abandonados y, por tanto, sin valor.

Lo mismo ocurre el 3 de septiembre en el censo (préstamo) de 20 ducados que conceden los frailes del Convento de Mercedarios de Burceña a Francis­co de Munoa y Catalina de Arraxeta, dueños del ca­serí­o Munoa. Los frailes no se conforman con cobrar anualmente los 11 reales y 34 maravedí­s estipulados sino que les incluyen una claúsula que señala que en caso de no poderse realizar el pago no sólo se que­daran con el caserí­o y sus pertenecidos sino que éstos deberán estar en perfecto estado.

«Y con condicion que seamos y nuestros herede­ros y subgesores (de Francisco y Catalina) obligados de conservar dhas ypotecas bien reparadas cultiba­das y plantadas de todo lo necesario…». Pudiendo, además, obligarles a que cultiven y reparen las tie­rras si observasen alguna dejadez en el cuidado de las mismas: «…y no lo queriendo as¡ e1 dho Padre Commendador del que subgediere en este dcho gen­so los puedan harser reparar y reparen hagiendolos mexoramientos que conbiniesen para la seguridad del dho genso y paga de su reditos…»

Las referencias al principal alimento de los vizcaí­­nos, el maí­z, son escasí­simas, lo cual es probable­mente el reflejo de su propia importancia ya que a muy pocos se les ocurrirí­a comerciar con el principal sustento de la familia. La primera aparece en el arrendamiento ya citado del 24 de marzo que realiza Martí­n de Llano de sus casas al señalar «…las here­dades que el ultimo año estubieren sembradas de mayz… «; la segunda el dí­a 12 de octubre en el tes­tamento de Joan Abad de Alqaga cuando menciona «…la primigia del mayz…» que recibió este año, y la tercera el 16 de diciembre en el testamento de Ma­rí­a de Retuerto Cantarrana, en el que deja «…media fanega de borona».

4.- GANADEROS Y PASTORES

La redacción de compraventas y alquileres (adme­terí­as) de ganado ocupan gran parte del trabajo del escribano Santos Vélez de Guevara y nos proporcio­nan abundante información sobre otro de los secto­res económicos más importantes del Antiguo Régi­men, la ganaderí­a.

Aun así­, no se mencionan todas las clases de ga­nado que debieron existir en Barakaldo, pues no hay ninguna mención a animales tan importantes como cerdos, gallinas o conejos y muy pocas a otros como cabras o carneros. Todas las referencias son al ga­nado mayor, principalmente al equino y, en menor proporción, al vacuno y al ovino.

4.1. Ganado equino: machos y mulas

A excepción de una noticia del 10 de junio refe­rente a la venta de un «…cuartago de color castaño oscuro…» o caballo de pequeña alzada que puede hacer referencia a un pottoka, y a una mención a «…las cabalgaduras…» de Sí­món de Acebal (15 de diciembre), todas las noticias que encontramos en la documentación de Santos Vélez de Guevara concer­niente al ganado equino, se refiere expresamente a machos y a mulas.

Los ejemplos son muchos y variados (se presen­tan en compraventas y testamentos), y en ellas apa­recen reflejados personajes de diferentes status so­ciales y procedencias diversas. Entre todos ellos señalamos uno del 21 de marzo por el que Antonio de Humaran, vecino de Galdames, se compromete a pagar a Domingo de Garay 692 reales por una «…mula rucia cargera…» que le habí­a comprado 14 meses atrás, y otro del 4 de septiembre, donde Joan de Lacabex se obliga a pagar 950 reales en dos plazos a don Joan de Beurco Larrea por una «…mu­la color pelí­cana que tiene entre tres y cuatro años de edad… «.

Su abundancia y el tipo de documentos en donde aparecen (principalmente compraventas) no es ca­sual y nos muestra una realidad del Barakaldo del Antiguo Régimen. Por una parte, la «facilidad» con la que son comprados y vendidos nos señala que son animales menos valorados que las vacas y las ovejas que sólo aparecen en operaciones de arrendamiento, nunca de venta. Por otra parte, la misma razón nos hace relacionarlos con ciertos trabajos estacionales como son el carboneo (acarreamiento de la madera y el carbón) y, sobre todo, la extracción de hierro (aca­rreamiento de la vena y traslado a las ferrerí­as) de los Montes Altos de Triano, actividades ambas que de­bieron ser muy comunes para los barakaldeses de la época. Quizás también se pueda vincular al trans­porte (arrieros) si tenemos en cuenta que Barakaldo está situado entre las villas de Portugatete y Bilbao y conectada con la calzada que, a través del Puente del Diablo, se dirige a Balmaseda y Burgos.

4.2. Ganado vacuno y ovino: los contratos de admeterí­a

Es obvio señalar la importancia que vacas y ove­jas tení­an para los barakaldeses. Aportaban alimento (carne, leche y derivados), abrigo (cuero y lana), abo­no y fuerza de tiro (!os bueyes sólo son mencionados una vez y de forma indirecta’ aunque las vacas tam­bién podí­an ser utilizadas en las labores agrí­colas en caso necesario).

Debido a ello, muy pocos están dispuestos a des­prenderse de este tipo de ganado por lo que prácti­camente no se mencionan compraventas en la docu­mentación. Santos Vélez de Guevara nos señala solamente dos y en ambas parece entreverse un em­pobrecimiento de los vendedores, lo que les fuerza a vender. La primera es la venta que el dí­a 3 de mayo hace Francisco de Humaran a un personaje tan po­deroso como Antonio de Aranguren de una «…vaca color azata de nueve años con su crí­a de un año…», y la segunda es una referencia indirecta inserta en una admeterí­a del 27 de marzo en la que se señala que Domingo de Echavarri deja en arrendamiento a Pedro de Ybarra -macero mayor de ferrerí­as- 18 ca­bezas de ovejas mayores y 13 menores que según señala «…las e comprado del susodicho (Pedro de Ybarra) y son las mesmas que tenia en el barrio de susunaga… «.

Exceptuando estas dos ventas y las dos vacas que entran dentro de la dote del contrato matrimonial de Marcos de Arteagabeitia y Marí­a de Urcullu, el resto de las apariciones del ganado vacuno y ovino se encuadran dentro de los denominados contratos de admeterí­a.

Estos son un tipo de contrato -muy comunes en Bizkaí­a- que permite obtener grandes beneficios a sus propietarios y futuros arrendadores y, a su vez, posibilita a los campesinos más modestos acceder a los beneficios que aporta el ganado.

Su funcionamiento es muy sencillo como se ob­serva en el contrato firmado el 3 de mayo. En él, Antonio de Aranguren cede en admeterí­a a Antonio López de Escaurira cinco vacas mayores y menores por cuatro años.

El primer paso es la valoración monetaria «…por parte de hombres buenos nombrados por las par­tes…» del ganado en cuestión que, en este caso, queda estipulado en 36 ducados.

Posteriormente, el arrendador impone las siguien­tes condiciones:

1. Las cede para que el arrendatario «…las rixa y pastoree […} echandolas por las mañanas a los pastos y erbaxes comunes y recogiendo y en­corralandolas de noche…»

2. Y señala que «…quando que e! viere (el arren­datario) de sacar alguna cauega del dho ganado no lo pueda sacar el susodho sin consentimiento expreso mí­o (del arrendador)…» además de no poder «…bender trocar cambiar ni enagenar… «.

Más tarde señala el modo de repartir los benefi­cios’. Estos son siempre muy desproporcionados porque mientras el arrendador (en este caso Antonio de Aranguren) se queda con el ganado dejado en ad­meterí­a, más las crí­as nacidas durante el perí­odo y la mitad de los beneficios señalados por los hombres buenos, el arrendatario (en este caso Antonio López de Escauriga) que ha realizado todo el trabajo única­mente percibe la otra mitad de los beneficios.

Finalmente, el contrato incluye una cláusula por la que el arrendador se obliga «…de no le quitar el dho ganado durante el dho tiempo para mi ni para otra persona… «.

El resto de admeterí­as contienen la misma estruc­tura formal, como !a ya señalada de Domingo de Echavarrí­ y Pedro de Ybarra o la del 24 de marzo entre Martí­n de Llano (arrendador) y el matrimonio formado por Pedro de Mesperuza y Marí­a Saénz de EscauriQa en la que se conceden 3 vacas mayores y 3 menores.

5.- CULTIVADORES DE MONTES: LEÑADORES, CARBONEROS Y MINEROS.

Otra idea que se desprende de los numerosos do­cumentados redactados por Santos Vélez de Gueva­ra es la del monte como lugar de explotación más que como bosque semisalvaje e inhóspito.

El monte produce leña, madera para construir ca­sas y barcos, troncos para elaborar carbón, terreno donde plantar árboles tan necesarios como castaños y cerezos, pastos y en la zona de los Montes de Tria­no (fuera de la jusrisdicción de la anteiglesia de Ba­rakaldo y dentro de la del Valle de Somorrostro)5 el afamado y deseado hierro.

El monte es, por tanto, un lugar del que sacar nu­merosos beneficios y como tal, aunque en menor medida que los terrenos del valle, es trabajado, mo­dificado y cercado; cultivado al fin y al cabo.

 

5.1. El bosque

No hay referencias por parte de Santos Vélez de Guevara a la existencia de un bosque que se pueda considerar salvaje. Quizás lo haya pero nunca es mencionado. Recordemos, además, que estamos en pleno siglo XVII, en el que la demanda de madera es constante por parte de la industria local, la navie­ra y el ejército castellano, éste inmerso en numerosas guerras y frentes de batalla que desembocarán en la Paz de los Pirineos firmada en 1659 y que supondrá el inicio del declive definitivo del poderí­o castellano en Europa.

El bosque, por tanto, se cultiva, se planta y se tala. Mención de ello es la venta el 20 de marzo «…de un pedaí§o de tierra moxonada…» que hace Sebastián de Uraga a Antonio de Aranguren (de nue­vo este poderoso personaje) de un pedazo de tierra con 37 árboles situada en el barrio de Uraga. Idénti­ca es la venta el 25 de julio de Pedro de Mendibil al sempiterno Antonio de Aranguren de 130 pies de árboles con su tierra raí­z y algunos «…plantongitos…» en el «.,.puesto llamado el regato desde la zona que llaman axcargorta hasta alday…». Y lo mismo obser­vamos en otra venta del 8 de diciembre que hace el vecino de Abando Pedro de Fuyca a Domingo de Allende de 45 pies de castaños que tiene en el lugar de La Maza, en Barakaldo.

5.2. El carbón

Sin duda, el ejemplo más evidente de que las ma­sas boscosas, tanto barakaldesas como vizcaí­­nas, san cuidadas y cultivadas es la explotación del carbón. Se conocí­an y controlaban los árboles pro­ductores de madera «carboneable», aquellos consi­derados improductivos, los que estaban en pleno crecimiento, etc.

Quizás el documento más representativo y el que nos señala hasta que punto el bosque está controla­do y modificado por el ser humano sea el Inventario del carbón disponible en los montes pertenecientes a la ferrerí­a y molino de Bengolea elaborado el 25 de octubre. Así­, se menciona que posee carbón en nu­merosos lugares y montes de la anteiglesia

1. «.,.estan en la puerta de la torre de Lurquiza­ga (…] catorge cargas de carbon de burullo»

2. «…en el puerto llamado ¿balcegui? un arbolar en cuyo burullo se tasa un cinquenta cargas»

3. «…en e! sitio llamado sobre Arcocha abia otras seis cargas de carbon de burullo»

4. «…en el puesto llamado Lallana de espinueta en el arbolar y burullo que tiene aví­a veinte y quatro cargas de carbon»

5. «.,.en el arbolar de belgarriz ay cinquenta car­gas de carbon de burullo»

6. «…en el arbolar que esta sobre los calces de la ferreria de bengoolea ay veinte y seis car­gas de carbon de burullo»

7. «…declararon que en el arbolar de axcagorta abia algunos arboles ynfrutuosos y entre ellos se abian veinte y dos pies para cortar por el en los quales aberiguaron treinta cargas de carbon»

8. «,..de todas las dhas partidas fueran doscientas cargas de carbon.,.»

5.3. El hierro

El producto estrella que proporcionaban los mon­tes era, sin duda, el hierro. La riqueza que llegó a proporcionar en algunos momentos del Antiguo Ré­gimen fue la causante de que, en determinados perí­o­dos, hubiese abandonos parciales del cultivo de la tierra a favor de la extracción y venta del codiciado mineral.

Aunque las minas, denominadas veneras, no esta­ban en Barakaidos, los barakaldeses, en 1650, pare­cen tener la potestad de explotarlas como cualquier vecino del Valle de Somorrostro. Así­ lo vemos en la obligación firmada el 10 de abril por Matheo de Aguirre para entregar a Pedro de Sarricolea, dueño de la torre y ferrerí­as de Aldanondo (en Alonsotegí­, en esta época perteneciente a Arrí­gorriaga) «…ciento y cinquenta quintales de vena chirla de las veneras de achiniega… «, situadas fuera de Barakaldo.

De todas formas, el documento más explí­cito que nos aporta Santos Vélez de Guevara tal vez sea una donación realizada el 3 de mayo. En ella Pedro de Goicoechea Ugarte, vecino de Trapaga, dona a su hermano Francisco, vecino de Barakaldo, «.,.un qui­ñon de benera que tenia en el puesto de Saytegui de dho congejo de somorrostro (se refiere a Trapaga)…» que este último habí­a estado explotando en parzo­nerí­a con Sebastián de Cantarrana y Domingo de Ugarte Munoa, ambos vecinos de Barakaldo.

Aun así­, esta situación no será la habitual durante el Antiguo Régimen ya que en numerosas ocasiones se prohibirá extraer hierro de los Montes de Triano a todos aquellos que no fueran vecinos del Valle de Somorrostro por lo que muchos barakaldeses se es­pecializarán en trasladar el hierro de las minas a las ferrerí­as.

6.- LA INDUSTRIA: FERRONES Y MOLINEROS

Aunque sabemos que el panorama industrial bara­kaldés durante el Antiguo Régimen fue fundamental para la anteiglesia (existieron numerosas ferrerí­as y molinos), la mayorí­a de las noticias que nos ofrece Santos Vélez de Guevara son indirectas y muy loca­lizadas. Así­, en una venta de carbón de castaño y borto (madroño) del 10 de agosto se mencionan los montes comunes pertenecientes a la «…ferreria de escaurica…». De la misma forma se menciona el 27 de marzo la existencia de un molino en Retuerto, «…a la banda del camino que se ba del barrio de ameí§aga al molino de Retuerto… «.

Pero hay un documento que nos permite valorar la importancia económica de las ferrerí­as y molinos den­tro de la anteiglesia barakaldesa. Son las condiciones y contrato de arrendamiento de la mitad de la ferrerí­a y molinos de Bengolea, pertenecientes a Marí­a Ven­tura de Yraureguí­, redactado el 25 de septiembre:

1.- Fechas de arrendamiento

El primer paso que se da es la fijación del tiempo que durará el arrendamiento «…del dho dia de san juan hasta el dia de san andres… «.

2.- Herramientas de trabajo

El contrato estipula que el arrendatario habrá de entregar la ferrerí­a «…con sus remientas para poder labras ordinarias…».

3.- Oficiales ferrones

Igualmente se concreta que «…se le ¿diera? sufi­piente la dha ferreria para poder labrar ¿cubierta? de oficiales… «.

4.- Pago de la renta

Se acuerda pagar la renta «…por fergio de quatro en quatro meses_».

5.- Extracción de carbón en los montes

Se darán al arrendatario los montes pertenecien­tes a la ferrerí­a que estuviesen para cortar, señalán­dose que «…la poda aya de ser en los tpos acostum­brados sin que benga daño a los dhos arboles… % talando aquellos que sean «…ynfrutuosos (…J que sea mas utilidad el cortarlos que el dexarlos em pie… «, estableciéndose que las podas sean correctas y °…a bista de hombres buenos…».

6.- Averí­as y reparaciones

Se acuerda que las averias, denominadas «…ma­chuscos…» en la documentación (deformación de la palabra vasca matxura: averí­a, o bien su variante ba­rakaldesa) sean de la siguiente forma: «…los tronca­les ayan de ser por quenta del dho antonio (el arren­dador, tutor de Marí­a Ventura de Yraureguí­)…» y «…los abiles por quenta del dho arrendatario…».

7.- Condiciones extras

Se incluye en este contrato la condición de «…haper ornos…» para trabajar y «…un pedago de pared en las carboneras…».

8.- Concesión y pagos

Por último, los arrendatarios, Francisco de Chava­rri y Ana de Aguirre, acuerdan pagar 770 reales cada año en tercios.

25 DE SEPTIEMBRE DE 1650

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«Lo primero que se arriendan la dha mitad de ferrerí­as y molinos por tiempo y espacio de dos años (…J que an de correr es a saber la dha mitad de ferrerí­a desde San ¿Juan (marcial)? de junio (no se entiende qué santo es, si fuera san Marcial serí­a el 30 de junio) ultimo pasado deste presente año en adelante y la mitad de dhos molinos del dí­a de san andres (30 de noviembre) primero deste dho año en adelante. Con que el dho molino se aya de largar el arrendatario el dia que acavase el arrendamiento de la ferrerí­a descontando pro rata ¿saviente? del dho molino de lo que ba ¿deqir? del dho dia de san ¿juan? hasta el dia de san andres por lo que todas personas que fuesen nombradas trambas partes dixeron.

Yten que se le dava la dha ferrerí­a con sus re~ mientas para poder labras ordinarias y que las aya de entregar el dho arrendatario de tpo que as¡ acavare el dho arrendamiento

Yten que se le ¿diera? sufigiente la dha ferrerí­a pa­ra poder labrar ¿cubierta? de oficiales

Yten que aya de pagar las rentas de la cantidad en que se arrendaren las dhas mitad de ferrerí­as y moli­nos en cada un año por tergios de quafro en quatro meses

Yten que se la daran los montes pertenegientes a la dha ¿? que estuvieren para cortar a balorarion de personas nombradas por ambas partes as¡ de la can­tidad como del pregio con calidad que la poda aya de ser en los tpos acostumbrados sin que benga daño a los dhos arboles por mal tpo y poda

Yten que se le ayan de dar para ragoar los arboles ynfrutosos de manera no sean para llevar rama de manera que sea de mas utilidad el cortarlos que el dexarlos em pie. Y an de ser a baloragion y a pregio según dho queda

Yten para la paga de lo que ymputaren los dhos montes se aya de dar y pagar lo que ymportare cada partida al tpo quando as¡ se apregiase y baluare por los dhos hombres buenos

Yten que los machuscos (probablemente es una deformación de la palabra machura, averí­a en euske­ra, como se ve en documentos de otros pueblos. Quizás se decí­a así­ en el euskera de Barakaldo) de la dha mitad de ferrerí­a y molinos. Los troncales ayan de ser por quenta del dho don Antonio abisando el dho arrendatario de lo que que es necesario con tpo para que se aga y que los aya de haqer a quenta de la renta. Y los abiles por quenta del dho arrendatario y todo ello abistado de oficiales peritos

Yten que por quenta por la demasiada agua que con el tiempo ba haciendo la fragua y ser en mucho daño de la labranga sea justo ser forcoso y necesario reparar este daño con hager ¿ornos? en ella es con­dicion que se aga el dho horno

Yten que se aya de hacer de ¿emxenta? un pe­daqo de pared en las carboneras de ambos ynteresa­dos en la dha ferrerí­a frente de la fragua y que se aya de haqer desde luego o empecar la dha obra

Yten que aya de dar y pagar el dho arrendatario que es francisco de chavarri y doña ana de aguirre su muger vecinos desta anteyglesia de baracaldo en cada un año sieteciente y sesenta reales pagados por tergios según dhos. Y en ets conformidad dixeron se hiciese la escriptura de arrendamiento y lo firmaron siendo testigo francisco de christante y bernave de berrostegui vezinos de la dha anteyglesia fecho en la casa llamada ¿machimaora? de esta dha anteyglesia a veinte y cinco de septiembre de mill y seiscientos y cinquenta años. [¿…?] que los dhos setegientos se­senta reales de vellon son por la renta de las dhas mi­tad de ferrerí­a y molinos

Yten que se aya de entender para los arboles que se ayan de podar esten con bunrllo suficiente y sago­nado a bista de hombres buenos

Firmado: Francisco de Chavarri; Francisco de Christante; Antonio de Soviñas; Santos Velez de Gue­bara

 

 

BARAKALDO EN EL ANTIGUO Rí‰GIMEN:

LA SOCIEDAD (el escribano Santos Vélez

de Guevara y el Barakaldo de 1650)

IÑIGO ANDRí‰S AGIRREZABALA

 

LOS DIFERENTES ESTRATOS SOCIALES EN EL BARAKALDO DE MEDIADOS DEL SIGLO XVII

Aun teniendo en cuenta que la labor investigadora desempeñada se ha centrado en el año 1650 con respecto al escribano Santos Vélez de Guevara, lo que aquí­ se va a reflejar a continuación bien podrí­a hacer referencia, sin apenas variaciones, a los diversos grupos sociales que cohabitaron el Barakaldo de la Edad Moderna (siglos XVI al XVIII), e incluso adentrándonos en el siglo XIX hasta su último tercio, con la llegada de la Revolución Industrial, momento a partir del cual, todo se transformó y evolucionó radical y aceleradamente.

He aquí­ los diferentes grupos sociales que en explicaré en las siguientes lí­neas:

Los poderosos:

– La clase alta (nobles, militares y clero)

– Los comerciantes

El campesinado:

– Campesinos acomodados

– Campesinos modestos

Pobres y pobres de solemnidad:

– Pobres, mendigos, vagabundos…

La mujer

1.- LOS PODEROSOS

Dentro del estrato de los poderosos, es de rigor llevar a cabo la diferenciación entre aquellos que lo eran por motivos de linaje o ví­nculos familiares (se da fe por los apellidos que en Barakaldo habí­an regido ya desde siglos anteriores), o cuya posición social estaba establecida hace algún siglo, en ambos casos como nobles, militares o clérigos, y por otro lado los comerciantes, cuya acumulación de beneficios pecuniarios y posesiones les hací­a tomar un papel representativo y a ser tenido en cuenta en los quehaceres de los barakaldeses de aquellos años.

La clase alta

Retornando a las actas del escribano de Santos Vélez de Guevara en 1650, podemos observar cómo Antonio de Sobiñas Irauregi era una personalidad con un gran peso especí­fico en el Barakaldo de entonces, reflejado obviamente desde por el hecho de ser fiel de la anteiglesia (hoy en dí­a, por decirlo de alguna forma, serí­a la figura del alcalde), hasta por el de ser parte fundamental en la toma de decisiones con respecto a diversas adjudicaciones, arrendamientos, posesiones…

En los casos que citaré de seguido, se podrá observar lo relatado con anterioridad sobre este destacado personaje: A fecha de 29 de mayo (de 1650, como lo serán todas las que mencione), aparecen don Antonio de Sobiñas Irauregi y el capitán Joan de Urkullu como fieles en el poder que los vecinos de Barakaldo dieron a don Juan de Beurko Larrea y a don Lope de Larrinaga Anunzibai para que juntamente con los anteriormente mencionados fieles, hagan concierto y escritura con la persona que quisiese abastecer de carne dicha anteiglesia con la conformidad de los condicionantes que sean publicados, y así­ mismo, para que también con los fieles vean las calzadas y malos pasos que se deben adrezar y se condicionen.

El 25 de septiembre aparece en la relación de las condiciones en que se ha de hacer el arrendamiento de la mitad de la ferrerí­a y mitad de los molinos de Bengolea pertenecientes a Marí­a Ventura de Irauregi (sobrina suya menor de edad), cuyo tutor y curador es Antonio de Sobiñas Irauregi (no mencionaré lo extraí­do literalmente del documento debido a haberse hecho notoria referencia en el anterior estudio «Barakaldo en el Antiguo Régimen: modos de vida»).

El 2 de octubre la anteiglesia de Barakaldo da poder a Antonio de Sobiñas para que vaya a las Juntas de Gernika.  En el cementerio de la iglesia (están presentes los fieles y la mayor parte de los vecinos de Barakaldo). Dicen que «…able según y como le pareciere y fuere en servicio de dios nuestro señor…»

Señalar antes de pasar al siguiente apartado que en algunos de los siguientes estratos sociales a tratar aparecerá nuevamente la figura de don Antonio de Sobiñas Irauregi, que si bien podrí­a haber estado en este apartado, puesto que se refleja claramente su poder, he decidido que estén en dichos otros apartados por su relación con esos estratos.

Los comerciantes

A continuación voy a pasar a un claro ejemplo de otro tipo de poderosos: los comerciantes, cuyo poder les vení­a por las riquezas y negocios acumulados, y que tení­an poder de decisión conjuntamente con los anteriores en variadas ocasiones.

En el Barakaldo de mediados del siglo XVII serí­a el caso de Francisco de Cristante, probablemente con apellido de origen extranjero.

Su firma se ve plasmada en varias actas como testigo, y por otro lado, como negociante, igual que vamos a poder ver a continuación: El 6 de febrero se le concedió la sisa del vino blanco y tinto junto a su mujer Marí­a Sánchez de Bengoa por 184 ducados desde el dí­a de la concesión hasta el dí­a de San Martí­n (noviembre).

Como vamos a poder ver en lo extraí­do del documento, se hací­a, por decirlo de alguna forma, una subasta con el encendido de tres velas, y poco antes de que se apagara la tercera, era cuando habí­a mayor movimiento a la hora de pujar (a continuación, y al igual que voy a hacer sucesivamente, citaré textualmente en letra cursiva entrecomillada (y con la ortografí­a de la época) extractos de los documentos de las actas, con el objetivo de reflejar aquello a lo que he hecho referencia con inmediata anterioridad, o que pueda hacer con posterioridad: En el barrio de Amezaga. Presentes: «…don Antonio de Sobiñas e Yrauregi y el capitan Joan de Urcullu fieles de esta dcha anteiglesia […] se avian juntado los susodhos y la mayor parte de los vecinos de esta dha anteyglesia al tiempo de la procesion de la misa maior en el cimiterio de la iglesia parrochial de san Vicente de Baracaldo en cruz parada como lo tienen de costumbre…»

Distribuida la sisa de la siguiente manera: «…se avia puesto en candela dha sisa […] los dos fieles avian puesto la dha sisa en ciento y cinquentaducados…»

Apareció «…en la segunda candela pareí§io franco de christante vecino de la dha anteyglesia y ofreció cientoysesenta ducados…»

En la tercera candela pujaron Joan de Beurko Larrea que ofreció 180 ducados y Francisco de Cristante que ofreció 164. Este luego puso 184 ganando: «…y sea como apago naturalmente la dha tercera candela sin que ubiese quien mas diese y los dos fieles y veí§inos dieron por echo el dho remate en el dho franco de christanse».

Poder «…para que puedan cobrar y cobren de todas las tabernas lo que debieren de la dha sisa y los compelan a la paga de ellos por todo rigor…»

Deben pagar la sisa en dos plazos.

El 16 de mayo Francisco de Cristante realiza un arrendamiento concesionario de la sisa del vino blanco y tinto en Barakaldo hasta el dí­a de san Miguel, en noviembre (para lo cual cobra en todas las tabernas y personas que gastan del dicho vino) a Juan de Lakabex desde los términos de la fuente de Castrejana hasta Aguas Altas por 600 reales.

En el barrio de Etxebarria.

El arrendamiento entre Francisco y Juan tiene las siguientes condiciones:

-Para Juan de Lacabex: «…en todo el tiempo del dho arrendamiento y por el vino que entrase y se bendiese desde la fuente de Castrejana hasta agua salta diere y pagase el dho juan de lacabex al dho francisco de christante seiscientos reales en moneda de vellon…».

-Para Francisco de Cristante: «…se obligaba y obligo […] de que tenia por bueno y firme este dho arrendamiento y no se le quitara por el tanto por mas ni menos para si ni otra persona alguna…».

De esta manera, Juan de Lacabex tendrá «…el mismo poder y comision que el dho francisco de christante tiene de los fieles y becinos de esta dha anteiglesia para que pueda cobrar lo que les tocare de la dha sisa en el termino y distrito de suxo rreferido».

2.- EL CLERO

Los beneficiados de la Iglesia de San Vicente

En cuanto a lo que al clero respecta, el vizcaí­no tení­a gran poder y no eran tan patentes las diferencias entre alto y bajo clero.

Un caso que refleja su poder se podrí­a ver en el testamento de Joan abad de Alzaga, fechado a 12 de octubre y teniendo en cuenta a modo de ejemplo sus siguientes puntos:

8. «…digo y declaro que tengo cierta quenta como arrendatario de la casa de beurco donde bive Joan de alí§aga mi padre; el alferez Joseph de beurco Larrea […] de un censo de doscientos ducados de principal que se le deben y con sesenta y seis reales que le de pedro de labrostegui […] y otros cinquenta y tres reales y doce maravedis que asi bien libre en don antonio de sobiñas por tantos que como le da la terí§ia parte de los diezmos desta dha anteiglesia me debe pagar como a tercio beneficio por la carga que tiene de curato y misa capitular…»

16. «…digo que por quanto el dho joan de alí§aga y francisca de beurco mis padres al tpo que ubiesen casado a Aparicio de alí§aga su hijo y mi hermano con mari ochoa de larrasolo su muger donaron y dotaron la su casa y caseria de beurco y sus perteneí§idos con mas la casanueba en que al presente bivo con su huerta y parral que esta junto a ella y otra pieí§a en el lugar de baybe […]»

Joan abad de Alzaga pudo estar probablemente casado y enviudar con posterioridad, o caer en barraganí­a, puesto que como consta en varios puntos, se cita que tení­a hijas:

10.«…mando que se le den y paguen a francisca de alí§aga mi hija que la reconozco […] para ayuda de alimentos»

19. «…mando a la dha concepcion de alí§aga mi hija por bia de alimentos dos arcas que tengo en mi casa»

«Para cumplir y pagar este mi testamento […] nombro por mis testamentarios alvaceas y cumplidores

a el Lizenciado Antonio de Retuerto clerigo presbí­tero beneficiado de esta dha anteyglesia y al dho jhoan de aranaga mi sobrino […] para que entren en todos mis vienes y los bendan y rematen en almoneda y fuera de ella […] y cumplan de su balor de este mi testamento […] Y cumplido y pagado lo remanente que quedare de ellos ynstituyo y mando sea y se me agan en la dha Yglesia de San bicente sacrifií§ios de misas y otras cosas por mi alma a la qual nombro por heredera de los dhos bienes que asi quedaren»

En el punto 19 además, uno de los cumplidores es también religioso y beneficiado (con grandes poderes en Barakaldo a la hora de cobrar diezmos…).

A modo de último comentario acerca de este testamento, referirse a la profunda religiosidad existente entre las personas de la época reflejada en numerosos aspectos, por ejemplo los lugares donde realizaban las reuniones importantes de la anteiglesia (en el cementerio o la iglesia) así­ como lo que se transmití­a en los testamentos, no sólo de los religiosos, sino también en el ámbito laico, como avanzando en el estudio podremos comprobar.

Como ejemplo, citaré algunos de los primeros puntos del testamento de Juan abad de Alzaga:

1. «…Mando mi anima a dios nuestro señor que la crio y redimio con su preciosa sangre y en cuerpo a la tierra de que fue formado»

2. «…sea sepultado en la yglesia de señor de san vicente de esta dha anteiglesia en la sepultura donde esta enterrada francisca de beurco mi madre y en la yglesia se me aga el entierro y anual obsequias como sea costumbre a persona de mi calidad»

4. «…mando se me digan en la dha yglesia de sr. san vicente luego que se acabare el novenario de mifallecimiento un treinsenario de misas continuas y por su limosna y stipendio se den al cavildo y beneficiados de ella diez ducados lo quales se paguen de mis vienes»

6. «…mando se me digan […] en las hermitas de san bartolome santa lucia santa agueda t san roque de esta dha anteyglesia una misa en cada una de ellas y se pague […] quatro reales de cada una»

7. «…mando se me digan en la dha yglesia de san vicente por los beneficiados de ella […] cinquenta misas reí§adas […] y se sirvan contentarse con un real de estipendio cada una»

Continuando con el clero, mencionar el acta con fecha de 20 de noviembre en la que Antonio de Sobiñas (reiterar el gran poder del que disponí­a este personaje baracaldés, cosa que hemos podido comprobar con anterioridad y en la que incidiremos a continuación), tí­o y curador de Marí­a Ventura de Irauregi (se ha hablado de los dos con anterioridad), patrona y llevadora de los diezmos de Barakaldo, propone que a Juan de Llano, clérigo presbí­tero de la anteiglesia de Barakaldo, se le conceda medio beneficio de la iglesia por la muerte de Joan abad de Alzaga y Beurko, cura y beneficiado de la misma:

En Irauregi.

Antonio, debido a la muerte de Juan de Abad de Alzaga, propone el nombramiento de un nuevo clérigo presbí­tero. Así­: «Usan como tal patron por mi y la dha mi menor del derecho y facultad que tengo como uno de tres que somos en dha anteyglesia, nonbro y presento al licenciado don joan de llano clerigo presbí­tero hijo natural y patrimonial de esta dha anteiglesia para que […] sea beneficiado de esta…»

Solicita, asimismo, al Obispo de Calahorra, a cuya diócesis pertenece Barakaldo «…despachar titulo y colaí§ion en forma del dho medio beneficio por quanto en suso dho concuren las partes y calidades necessarias…», señalando, no obstante que en caso de no ser necesario el tí­tulo «…retengo en mi el dho nombramiento para usar del como tal patron…».

Antonio Sobiñas se lo hace saber al obispo de Calahorra, aunque debido al gran poder que tení­a, se reservaba la última palabra y decisión, como podemos observar en la última frase subrayada más arriba.

Monasterio de los frailes mercedarios de Burtzeña

Barakaldo contaba con un monasterio de frailes mercedarios en Burtzeña. Una de sus funciones originarias fue la redención de presos (por ejemplo, los que se hallaban en las mazmorras musulmanas del norte de ífrica), aunque cabe destacar como una de las más importantes que desempeñaban en el Antiguo Régimen, la de tipo recaudador, que se sustentaba fundamentalmente en el cobro de censos (actuales préstamos). Así­ lo podremos ver en el siguiente documento (destacar que poco es lo que sabemos acerca de este monasterio, por lo cual, todo lo hallado, incluso los nombres de los propios frailes que lo moraban, no deja de ser totalmente novedoso).

Voy a mencionar a continuación un caso de finalización de pago de un censo y otro de apertura:

A fecha de 21 de agosto se da la escritura de redención de un censo que Pedro de Eskauritza de Zorrotza y Marí­a Sáez de Urtetegi, vecinos de Abando, tení­an con el convento de Burtzeña por valor de 236 reales de principal más los réditos creados.

Declara Marí­a Sáez de Urtetegi que «…avia pagado al dho commendador del dho conbento los dhos doscientos y veinte y seis reales de censo principal y los reditos que se an corrido hasta el dho dia». «Y el dho comendador dio por rota y cancelada la dha escriptura censsal para que en ningun tpo el dho Combento ni los Religiosos que al presente son y fueren del puedan usar della».

La labor del escribano era muy similar a la de un notario actual, a juzgar por la redacción concisa, estricta y totalmente limitadora e incluso seccionadora que no deja lugar a dudas en lo expresado.

A fecha de 3 de noviembre consta la escritura de censo de 20 ducados de principal y 11 reales de a 34 maravedí­s cada año que hicieron Francisco de Munoa y Catalina de Arraxeta a favor del convento de mercedarios de Burtzeña.

Francisco de Munoa y Catalina de Arraxeta firman un censo con el Convento de Burtzeña en los siguientes términos: «…bendemos […] hasta que se rediman al padre fray pascoal martinez comendador de este combento de nuestra señora merí§ed redencion de cautibos de burceña y demas padres […] oní§e reales de a treinta y quatro maravedí­s cada uno de censo y renta a quitar en cada un año puestos y pagados en este dcho combento a nuestra costa».

Posteriormente lo repite pero con la cantidad principal: «Los quales dhos oní§e reales de í§enso y rentales bendemos al dho padre comendador y demas religiosos del dcho combento por preí§io y quantia de veinte ducados que hacen dosí§ientos y veinte reales…».

Francisco y Catalina ponen como fianza del censo «…nuestra casa y caseria de munoa con sus biñas maní§anales y heredades tierras de pan sembrar robredales y todos a ella perteneí§ientes […] y los ypotecamos con expresa condicion que no se puedan vender dar donar trocar cambiar…».

Debido a ello, el Padre Comendador tiene ciertas prerrogativas respecto a esas posesiones, en caso de mal uso, para asegurar el pago del censo.

«Y con condicion que seamos y nuestros herederos y subí§esores obligados de conservar dhas ypotecas bien reparadas cultibadas y plantadas de todo lo necesario de suerte que siempre bayan en aumento y no en disminuí§ion alguna y no lo queriendo hacer asi el dho Padre Commendador del que subí§ediere en este dcho í§enso los puedan haí§er reparar y reparen haí§iendolos mexoramientos que conviniesen para la seguridad del dho í§enso y paga de su reditos y por lo que en ello se gastare nos pueda executar asi como por los reditos…».

A fecha de 2 de marzo, se les da poder a los frailes de Burtzeña para la redención: se da poder al fraile predicador Bartolomé de Herrera para que cobre todos aquellos bienes y dineros que pertenecen al convento por herencias, testamentos, donaciones, etc.

Presentes:

– Fraile Pascual Martí­nez, Comendador de este Convento de Redención de Cautivos de Burtzeña.

– Predicador Fr. Gaspar Bazguy

– Predicador Fr. Francisco de ¿?

– Predicador Fr. Bartolomé de Herrera

– Predicador Fr. José de Galdames

– Predicador Fr. ¿? de Ribas

– Predicador Fr. Pedro Gómez Curiel

– Predicador Fr. Andrés González

– Predicador Fr. Francisco de Villachica

Dan poder cumplido a Bartolomé de Herrera (revocan todos los poderes anteriormente concedidos que pudieran contradecir al otorgado en este momento) para «…cobrar y recaudar en juicio y todos y coalesquier maravedis como las limosnas llegadas ya en dineros o pan vino fruta lana lino y otras cosas asi allados como mandados y prometidos en testamentos o cobreí§illos en poca o mucha cantidad […] como son dinero oro plata sedas gemas paños lienzos de todas suertes y otras cosas de seda lino biejos y nuebos basos de plata y oro y otro metal mercaderias papeles y otras cosas y asimismo los ganados mostrencos baldios y de ¿? esclavos esclavas cavallos yeguas machos mulas bueyes bacas carneros obejas castaños cabras y la de los dhos ganados y otros coalesquier vienes muebles y raices tocantes a los ¿? y redencion de cautibos a bienes otorgados de testamentos cobrecillos y legados en fe y franca de mayorazgo tierras arboles aceñas molinos…».

Como hemos podido comprobar, recaudaban de varias formas, tanto en metálico como en especie.

Siguiendo con el sector poblacional poderoso, pero volviendo a lo laico, en los contratos matrimoniales y en las dotes, también se reflejaba el mayor o menor nivel de riqueza, dependiendo de lo que por escrito dejaran plasmado en un contrato matrimonial o en la dote:

El 18 de mayo, y en el contrato matrimonial de Marcos de Arteagabeitia con Marí­a de Urkullu…

En la casa de Arteagabeitia.

Presentes:

– Marcos de Arteagabeitia hijo legí­timo de Antonio de Arteagabeitia y de Marina de Lekubarri, difuntos.

– Capitán Joan de Urkullu como padre de Marí­a de Urkullu, hija de Marí­a del Pico, su primera mujer, ya difunta.

Aportaciones y donaciones que cada parte hace al matrimonio «porque las cargas del matrimonio son grandes»:

– Marcos de Arteagabeitia aporta:

1. «La casa y casseria de arteagaveitia con todas sus heredades maní§anales frutales robredales tierras de pan sembrar y demas sus pertenecidos que ubieron quedado por fin y

muerte de los dhos sus padres que son notorios en esta dha anteyglesia con las cargas siguientes:

1.1. 50 ducados que la habia dado su madre para que a su muerte se pusiesen cinco misas perpetuas en la iglesia de San Vicente.

Es un censo que se debe a Francisco de Eguzkiagirre.

1.2. 29 ducados que se deben a Simon de Escauritza Cruces.

1.3. 50 ducados que se deben a Marí­a Sáenz de Gortazar, segunda mujer de Antonio de

Arteagabeitia.

1.4. 25 ducados que se deben a Marí­a Otxoa de Aranguren abuela de Marcos.

1.5. 6 ducados que se deben a Isabel de Sagasti.

2. «Tres mulas con sus aparejos»

3. «Una baca»

4. 12 ducados que tení­a en poder de Miguel de la Sota

5. «Tres arcas buenas que estan en casa»

6. «Dos arcas grandes que llaman ¿tiopes?»

7. «Seis pieí§as de ropa blanca y algunos tocadosy otros trastos y axuar»

Esto viene al final del documento como si fuese un anexo olvidado: «doña maria ochoa de Aranguren abuela del dho marcos de arteagaveitia como tal su nieto y por el amor que le tiene le dona y dota una baca con su cria que tiene la dha maria ochoa con que si se bendiese aya de ser la mitad del balor para susodha y el defeto el aprovechamiento de ella quede para todos los susodhos y los dueños de la casa de arteagaveitia»

– Juan de Urkullu aporta:

1. «cien ducados de censo principal que el dho capitan tiene sobre los vienes de pedro de

loyí§aga». Cede tanto el censo como los réditos del mismo

2. «la casa y bodega que tiene en la villa de portugalete con el aparato que ubiere de la dha casa y fue de la dha maria del pico»

3. «12 ducados que ya habia entregado a marcos»

4. «una saya blanca de anascote y una almilla de tirela o damasco»

5. «una capa abierta de veinte y doseno como se usa y una saya de bayeta aí§ul nueba»

6. «una almilla de bayeta de segobia nueba y otra almilla de sarxa»

7. «unas enaguas de damasquillo y otras enaguas de carisea colorada»

8. y camisas sabanilla tocas para el adorno de la persona de dha maria»

9. «una sortixa de oro de balor de un doblon»

10. «un rosario de frutilla con engarces de plata y un cordon de pita»

11. «dos arcas la una ¿? castaño con su cobres y otra menor»

12. «una mesa con un caxon y tres es¿?»

13. «una cama que tiene en su poder que le dio su abuela»

14. «siete pieí§as de plata blanca las coatro sin entrar en agua»

15. «seis pieí§as de ropa blanca sin entrar en agua que ¿regala? sebastiana de es escurra su tia»

16. «un bestido calí§on y rodoreda del veinte y doseno con medias del corral y sus armas para el dho marcos»

17. «dos manteles finos de liení§o de flandes y dos platos de estaño crecidos»

Otro caso en el que puede verse el grado de riqueza es en el inventario de los bienes de Marí­a de Cantarrana para su testamento, realizado por Sebastián de Cantarrana en presencia del fiel de Barakaldo Martí­n de Llano a 15 de diciembre:

1. «…la casa y caseria de burceña con sus heredades maní§anales y demas perteneí§idos…»

2. «…una cama de pluma que son tres pieí§as costilos plumion y travesera usados…»

3. «…dos pucheros de ¿? el uno de aí§umbre y otro de media aí§umbre…»

4. «…dos arcas de madera de castaño la una mayor la otra menor»

5. «…otra arca mediana de castaño y una artesa»

6. «…tres libras media de ylo delgado para haí§er beatillas y otras quatro libras de ylo grueso»

7. «…una sabana labrada de liení§o de lamar y una sabanilla de descanso que la dha difunta mando se le diese a mariachu de cantarrana su sobrina…»

8. «…una baticara y una funda de travesa de liení§o labradas que se ponen en las andes que asimismo mando la dha difunta se volviesen a la casa de cantarrana…»

9. «…tres pieí§as de ropa de cama andas que son una sabana y fundas de travesera y cubierta que tanbien se le dieron a catalina de cantarrana…»

10. «…una sabana de liení§o de la mas gruesa que tiene por medio una í§inta aí§ul y una ylera de toca que asi bien se le dio a aparií§ia de castaños…»

11. «…una funda de cubierta nueba que tanbien se le dio a agueda de castaños»

Finalizando con la clase poderosa y ya entrando con el campesinado, en la relación entre ambos, nos encontramos con un acta fechada en el 3 de mayo en la escritura de admeterí­a (arrendamiento) que hace Antonio de Aranguren quien da a Antonio López de Eskauritza cinco cabezas de ganado vacuno mayores y menores, todas hembras, que están apreciadas por hombres buenos en 36 ducados, por cuatro años.

En el barrio de Aranguren.

Los beneficios se reparten como en el resto de admeterí­as: «Y que por el cuidado y trauaxo que hubiere con el dho ganado aya de llebar y llebe la mitad de lo que mejorare y la otra mitad con el dho principal aya de ser para mi el dho antonio de aranguren…»

Como contrapartida, el concesor de la admeterí­a se obliga a cumplir la siguiente condición: «…y con lo suso dho me obligo de no le quitar el dho ganado durante el dho tiempo para mi ni otra persona pena de las costas y daños de lo contrario»

Antonio de Aranguren era otro poderoso de la época como se hace ver además de en esta escritura de admeterí­a, en otros documentos.

3.- EL CAMPESINADO

Entre los campesinos estaban los acomodados y los modestos.

Las diferencias eran fácilmente perceptibles en lo reflejado en las diversas actas, al igual que eran perceptibles las diferencias comparándolas con las actas que reflejaban actuaciones con respecto a los poderosos.

Un caso serí­a el testamento de Martí­n de Mesperuza, fechado a 11 e octubre (en la introducción testamentaria se incluye nuevamente una fórmula paradigmática que ahonda en el arraigado carácter religioso de la mentalidad de la época): «…estando enfermo en la cama de la enfermedad que dios nuestro señor a sido servido de me dar…», con lo que viene a agradecer la enfermedad que le iba a llevar a una mejor vida futura tras la muerte (resurrección de los muertos y vida en el mundo futuro).

Asimismo, los primeros puntos de dicho testamento perseveran en el latente arraigo religioso:

1. «Lo primero encomiendo mi anima a dios nuestro señor que la crio y redimio con su preciosa sangre y llebar? a la tierra de que fue formado»

2. «…mi cuerpo sepultado en el combento de nuestra señora de la merced de burceña en la sepultura de nuestra casa de mesperuí§a […] mando se me aga el nobenario anual y de dos años según y como acostumbra a persona de mi calidad»

3. «…aparto a las ordenes forí§osas y redención de cautibos con un real de plata…»

4. «…mando se me digan en la hermita de san bartolome […] quatro misas reí§adas y se pague su limosna lo acostumbrado de mis vienes»

5. «…mando se me digan por mi alma en la hermita de sra santa lucia otras quatro reí§adas y se pague lo acostumbrado»

6. «…asi bien mando se me digan por mi alma en la hermita de sra santa agueda otras quatro misas reí§adas y se pague de mis vienes su limosna» En los puntos del 7 al 12 se reflejan sus deudas así­ como las deudas que otros tienen para con él:

7. «…debo a juan de baxo de retuerto ciento y cinquenta reales que son trece ducados y siete reales de resto del preí§io de una mula que me bendio mando paguen de mis bienes»

8. «…declaro que si bien debo a pedro de mesperuí§a […] catorce ducados que hacen ciento

y cinquenta y quatro reales de resto de una mula que me bendio mando se paguen de mis

vienes»

9. «…digo declaro que me debe domingo del alisal veí§ino de san salvador del balle de somorrostro treinta y dos ducados de resto de treinta y ocho ducados en que le ube vendido una mula…»

10. «..digo y declaro que asimismo me debe pascoal de garay veí§ino de sopuerta veinte y seis ducados y medio de resto del valor de unamula que le bendi…»

11. «…digo y declaro que debo a antonio de aranguren […] cinquenta reales que me ubo dado para braí§eras de carbones y tengo echo leña y picada para hacer dhos carbon…»

12. «…digo que me debe maria saenz muger de miguel de rotaeche […] treinta y siete reales por la balor de trigo que le ube dado antes que se casase con el dho miguel…»

En el punto 16 (entre otros), hace una clara referencia a sus herederos, así­ como de qué manera se va a hacer el reparto (posibles tretas para que el mayorazgo continuara y como consecuencia no se dividieran las propiedades territoriales como sucedí­a en Castilla):

16. «…el dho mi hijo al que dexo por mi heredero unibersal con que el dho principal no se le

aya de dar ni de hasta que llegue en hedad deveinte y dos años cumplidos y entonces pueda disponer de ello a su boluntad […] para lo qual asi cumplir dexo y nombro por tutor y curador y albacea testamentario a Joan de mesperuí§a mi hermano…» «…digo […] que si dios nuestro señor fuere servido de llevar […] al dho bernabe mi hijo ain que llegue ahedad de poder testar mando que […] le den y paguen a la dha mathea de escaurií§a mi legitima mujer por el amor que la tengo veinte ducados y lo demás aya de ser y sea para la dha maria yñiguez de urcullu mi madre para el heredero que ella nombrare. Y es declaraí§ion que la manda que hago a la dha mi madre de la parte que me toca de la casa y casseria de

mesperuí§a con las dhas cargas sea y se entienda apartando como aparto al dho mi hijo y mis hermanos con un arbol con tierra y rayz el que estuviere mas lexos della conforme al fuero del señorio…»

En viendo las propiedades de los caserí­os, también se podí­a ver el nivel diferenciador entre un campesino acomodado y uno modesto, como se ha reflejado en las tablas de caserí­os aparecidas en el estudio sobre los modos de vida; también se podí­a apreciar en si los caserí­os y terrenos eran pertenencia o tomados en arrendamiento.

Yendo en la explicación hacia el estrato poblacional más bajo en cuanto a riquezas, podemos observar el caso de un campesino-ganadero, con un puesto importante en una ferrerí­a, que vendió sus ovejas a un poderoso para luego tomárselas en arrendamiento, lo que demuestra que severas necesidades que le acercarí­an probablemente a la pobreza, le habrí­an obligado a llevar a cabo esta decisión.

El 27 de marzo, Domingo Etxabarri entrega en admeterí­a de mejoramiento a Pedro de Ibarra, macero mayor de ferrerí­as, 18 cabezas de ovejas mayores y trece cabezas de ovejas menores por cuatro años.

En el barrio de Retuerto.

Según se desprende del texto, Domingo compró las ovejas a Pedro y luego se las dio en admeterí­a:

«Por la que dha cabezas las e comprado del susodicho y son las mesmas que tenia en el barrio de susunaga»

Condiciones:

«Las quales dhas treinta y una cavecas de ovejas mayores y menores doy en admeyteria al dho pedro de ybarra para que las rixa y pastoree como es costumbre echandolas por las mañanas a los pastos y erbaxes comunes y recoxiendo y encorralandolas de noches de manera que siempre bayan en aumento y no en disminucion alguna…»

«…no pueda sacar (cabezas de ganado) el susodicho sin consentimiento expreso mio so pena de pagarlo con las costas y daños […] por lo qual quedan potecadas las dhas obexas y sus ganancias de manera que no se puedan vender trocar ni enagenar cosa ni parte de ellas…»

Beneficios:

-De los beneficios que se saquen, la mitad serán para Pedro de Ibarra y la otra mitad más el principal para Domingo de Etxabarri.

4.- LOS POBRES

Los pobres y pobres de solemnidad (pobres, mendigos, vagabundos…) ocupaban el nivel más bajo en la sociedad del Barakaldo de entonces. Los escribanos no dejaban mucha constancia en las actas puesto que poco o nada tení­an que testar, arrendar…

A pesar de todo, se les hace referencia en las obras pí­as como ésta, fechada a 10 de agosto, con una reclamación que hacen Juan de Munoa y Angela de Etxabarri para que esta última cobre el dinero que se estableció en una obra pí­a fundada por Juan de Amabizkar, vecino de Valladolid y natural de Galdames, valorada en 630 reales destinados a las parientes mujeres huérfanas.

Presentes: Juan de Munoa y íngela de Etxabarri, su mujer, y Juan de Amabizkar, vecino de Valladolid y natural de Galdames.

Dicen Juan y íngela que Juan de Amabizkar «…habia fundado y dexado en el testamento […] una memoria y obra pia de seisí§ientos y treynta rreales para que con ellos tomasen estado las doncellas huerfanas sus parientas y la dicha anjela como unade ellas…»

Reclaman cómo íngela, como pariente, tení­a derecho a ese dinero: «…pueda sacar rrecebir y cobrar de la persona o personas a cuyo cargo estuviese la paga de la dha memoria y obra pia los seiscientos y treynta rreales que como tal pariente huerfaba nombrada tocan y pertenecen a la dha anjela…»

El objetivo era que tuvieran dinero para la dote a la hora de casarse.

Los hospitales en aquella época eran para tener acogidos y «controlados» a los más pobres (mendigos, vagabundos…), por lo tanto, su función era muy diferente a la que desempeñan los hospitales actuales.

Se refleja en el acta con fecha de 29 de diciembre la escritura de arrendamiento de la ermita y la hospederí­a de santa ígueda a favor de joan de Axkoeta y Marí­a Hernández de Goikoetxea, su mujer, desde el 1 de enero por 500 reales de renta, en la que el hospital estaba anexo.

5.- LA MUJER

El papel de la mujer estaba subordinado al del hombre, como consta en la aparición de mujeres en los documentos de la época, normalmente como «esposas de», «viudas de», «atutoradas de» (en varios documentos se refleja como ella tiene voluntad de llevar a cabo lo reflejado en ellos sin haber sido  obligada, o simplemente, se piden permiso mutuo), lo cual no quiere decir que su función en el caserí­o y de puertas adentro fuera sumamente importante.

A modo de ejemplo por el que se piden permiso mutuo, tenemos el acta fechada a 24 de marzo, en la escritura de admeterí­a por la cual Pedro de Mesperuza y Marí­a Sáenz de Eskauritza reciben de Martí­n de Llano, vecino de Bilbao y de Barakaldo, y dueño de la casa y solar de Llano, seis cabezas de vacas, tres mayores y tres novillas, y en la que se refleja:

Por el cuidado del ganado, el matrimonio «…ayan de llebar y lleben la mitad de lo que mexoraren durante el dho arrendamiento y la otra mitad […] que sea para mi…».

Ha de pedirse permiso para participar en una escritura oficial:

«Y por mi la dha maria saenz […] sobre consentimiento que primero y ante todas cosas pido al dho mi marido para otorgar y guiar esta escriptura e yo el dho pedro de mesperuí§a doy y concedo la dha […] a la dha mi muger y me obligo de no¿? rebocar en ningun tiempo y por mi a dha maria saenz…»

Dejar reflejado a modo de conclusión que aquella sociedad barakaldesa se enfrentó repentinamente (en el último tercio del siglo XIX) a unas transformaciones radicales en el modo de vida con la llegada de la Revolución Industrial a Barakaldo, ciudad fabril a lo largo del pasado siglo XX.

Escrito por Javier Barrio Marro e íñigo Andrés Aguirrezabala

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Actualizado el 05 de noviembre de 2024

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