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RECORRIDO HISTÓRICO 49: una “anécdota” deportiva: Club Baloncesto PAÚLES

RECORRIDO HISTÓRICO 49: una “anécdota” deportiva: Club Baloncesto PAÚLES

Este, lo reconozco, es un recorrido “sentimental”. Son cincuenta años de “Club” de los que he sido testigo directo los últimos cuarenta. Lo escrito a continuación sale, sin duda, de los “archivos” pero, también, de la memoria personal, del recuerdo presencial. Por ello, es muy posible que en él se sientan reflejadas muchas personas cuyos nombres pueden o no aparecer. A estas últimas les ruego sepan disculparme. Escribo este recorrido porque, en definitiva, “Paúles en Deportes tiene un nombre: Baloncesto y, además, el referente en Baloncesto en esta Ciudad es Club Paúles[1].

Nada mejor para su comienzo que la introducción del Vídeo grabado no hace muchos años: “Bajo este asfalto se esconden restos de otra era, recuero de un tiempo que fue glorioso para un para un Club de Colegio que forjó leyendas inolvidables entre estas paredes de ladrillo rojo. A principios de los años 70, cuando los Altos Hornos aun echaban humo y la sombra del franquismo se diluía, en los patios de un Colegio de Barakaldo nacía una forma de vida, una seña de identidad, un estilo; en Bizkaia comenzaba a sonar un nombre: Club Baloncesto Paúles[2]. En el mismo “Documental” se afirma: “Corría el año 1969. La televisión comenzaba a verse en color y cuatro chicos de Liverpool tenían revolucionado a medio mundo con un submarino amarillo. Eran tiempos de cambio, de nuevas etapas y así la identificaron dos figuras clave en el nacimiento del Club Baloncesto Paúles: el ya desaparecido Cecilio Zazpe y Pedro Aramberri.

Todo comenzó con un grupo de alumnos de Paúles que con doce años se juntaban en el patio del Colegio de los Hermanos de la Salle para dar rienda suelta a su pasión por el Baloncesto. Su entrenador era un veinteañero llamado Pedro Aramberri. Era el año 1970. El mismo Pedro nos señala que “cuando aquello, era Director del Colegio Cecilio Zazpe que siempre nos seguía. Como veía que nos estábamos interesando, que le dedicábamos tiempo, que había esfuerzo, que teníamos cada vez más chavales…. Pues siempre nos apoyaba. Económicamente mejorando las instalaciones, estando siempre a nuestra disposición para buscar un coche para ir a no sé dónde… Siempre estaba allí”.

Años más tarde (1987) “El Correo Español-El Pueblo Vasco” lanzaba en la sección de deportes de su rotativo un artículo con un titular entrañable: El “problema” de Paúles es haber llegado al límite en el amateurismo”.

Era un 16 de marzo y las palabras de ese titular salían de boca de Pedro I. Aramberri, en el mejor momento histórico del club barakaldés: la tercera fase del ascenso a la 1ªB, lo que hoy en día es la liga LEB, después de haber ascendido el año antes el equipo a la Segunda División, donde le sustituyó Luis Fernando González.

El PAÚLES (nombre intocable en este largo recorrido) debutó en categoría Senior en el año 74-75, pero fue en la temporada 70-71 cuando inició su relación con el baloncesto a través de su primer equipo infantil. Sus instalaciones, como en tantos otros Colegios, no estaban suficientemente habilitadas para su práctica. El espacio que hoy ocupa el “Zazpe” era una doble plataforma de cemento (de desigual altura superada por unas escalinatas) en la que se ubicaba un campo de futbito-balonmano (zona superior) y un minibasket o, mejor, dos canastas semidecorativas (zona inferior). En sus proximidades una hilera de fuentes. Unas no muy altas vallas lo separaban de la huerta del sr. Uriarte y de la calle Arauti. En toda su largura un “porche” que servía de “entrada” y “refugio” al muy numeroso alumnado (mil quinientos chicos y unas treinta chicas –todas ellas en lo que entonces era PREU). Puede el lector imaginarse las interminables idas y venidas a la vecindad (huerta, calle e, incluso, alguna vivienda) en “búsqueda del balón perdido”. El vestuario no era sino una recinto (sin ventilación ni luz) que se ubicaba en el llamado “frontón pequeño” (en espacio en forma de “porche” situado donde hoy día están los vestuarios). El deporte “rey” era el balonmano. Intentar jugar a baloncesto en aquel espacio lugar parecía inviable.

Llegó aquel curso (septiembre de 1970), como Director, el P. Cecilio Zazpe (sustituyendo al P. Benito Martínez). El patio superior estaba destinado al “paseo” y “solaz” del alumnado. Enlosado con diversas formas geométricas no permitía ningún tipo de juego. Para ello estaba el patio inferior con un piso más áspero que la “lija del catorce”. Con una visión extemporánea mandó el P. Zazpe asfaltar una parte de este patio (paralelo a la carretera del Valle) con las dimensiones justas para un campo de baloncesto. Lucieron aquí las primeras canastas (con tableros de madera) de Baloncesto en el Colegio donde comenzó la historia propiamente dicha del “Club” y donde se entrenó y jugó durante cuatro temporadas. La demanda progresiva de ese deporte hizo que en el verano de 1974 se completase el asfaltado de todo el patio en el que, además del ya citado, se marcaron e instalaron un campo de Baloncesto y otro de mini[3].

Si con estos campos parecía suficiente no lo eran los vestuarios. Escasamente se disponía de un recinto (llamado durante años “el cuarto verde”) ubicado en el propio patio superior (cercano, por tanto, a los campos) en el que se habilitaron unos banquillos, dos duchas y un receptáculo para los balones, oficina, sede del club, etc…

En estos años setenta, PAÚLES era para el mundillo del baloncesto bizkaino un club nuevo con chicos muy altos dirigidos por un entrenador a quien los árbitros tenían enfilado por su excesiva vehemencia en los banquillos.

Llamaba la atención la estampa de la plantilla. Pedro Aramberri – no se sabe cómo lo conseguía – espigaba los mejores centímetros de Barakaldo para su equipo. De allí salieron jugadores como Josean López Ceballos, Joaquín Jacue, Txiki y Carmelo Martinez … Y también otros que, si bien no llegaron a militar en categorías superiores, sí son representativos del Club por haber aportado su indudable carisma: Santi Gonzalez, Javi Celada, Javi de María

El ascenso a Tercera

En la temporada 78-79 PAÚLES obtuvo el Ascenso a Tercera (hoy en día Liga EBA) tras proclamarse campeón de la liga regional vizcaina y rematar la temporada con el título de Copa[4]. Para constancia histórica (reflejada en la foto) la plantilla la formaban Fonseca, Barrios, Carmelo, Julio, “Txiki”, Santi (d.e.p.), Toño, De María, Izquierdo, Colmenero, Celada y Andino. Los “pequeños” eran alumnos; los “grandes” llamados a filas por los impagables y “fac totum” Pedro Aramberri y Tasio Uriarte que, junto a José Mª Vilar y Ramón de la Mata, configuraron formalmente la directiva del Club. En estas fechas algo mejoraron las “instalaciones” por cuanto en el llamado “frontón pequeño” se habilitaron seis amplios vestuarios que servían tanto para el “alumnado” como para los “deportes”. Vestuarios que sirvieron (con algunas profundas reformas) hasta que se inauguró el actual “Zazpe” ya que el primero de los levantados no disponía de ellos.

Este ascenso y la necesidad de contar con un espacio cerrado para los alumnos en tiempos de lluvia (únicamente se contaba con un frontón cubierto pero no cerrado) animó a la dirección del Colegio a la construcción de un pabellón. Acabó siendo una instalación sobria y funcional, con capacidad para unos 800 espectadores, 500 de ellos sentados. ¡El viejo polideportivo inaugurado con veinticuatro horas de “futbito”.

Durante las obras (temporada 1980-81) se jugó en el campo descubierto de los éxitos. Como en esta categoría no se podía jugar con lluvia debía proveerse de un segundo campo. El “hombre del tiempo” se hizo imprescindible a la hora de programar los partidos (siempre a las 12 del Domingo). Si llovía se posponía a las 13:30 en Gorostiza donde el inolvidable Jesús Villarejo (d.e.p.) siempre encontraba un hueco. Dos o tres filas de espectadores, próximos a las líneas de demarcación del campo, daban un ambiente festivo, colorista y vociferante a cada uno de los partidos. No era “cómodo” ni para el equipo visitante ni, démoslo por hecho, los árbitros. De marcadores electrónicos, segunderos, etc… nada de nada. Unos cartones numerados y pasados a mano servían para el evento[5]. La forma de captar “cantera” era tan sencilla como nos la cuenta una de las referencias del Club, Constan:  “Antes del torneo en el que nos seleccionaban para entrenar,  mi padre ya me llevaba a ver partidos del equipo de baloncesto. Yo era alumno del colegio y vivía en el barrio por lo que para mí era una ilusión enorme entrar en el equipo. Se montó un    torneo interclases y de ahí se seleccionaban a los futuros jugadores. Empecé a entrenar con el equipo a los nueve años y voy a cumplir 37 por lo que aunque tuve algún parón, llevo toda mi vida ligado al club”..

Tras la inauguración del “pabellón” las cosas comenzaron a rodar de forma expansiva ya que el ascenso a Tercera supuso la consolidación de la estructura del Club sacando equipos en todas las categorías masculinas. Fueron siete temporadas en las que se combinaron en la dirección del equipo (siendo referentes en el resto del Club) Pedro Aramberri, Txus Izquierdo y Toño Rego. En 1986, siendo Aramberri entrenador se culminó una inmensa temporada logrando el campeonato y consiguiente ascenso a Segunda División Nacional[6]. De esta época escribe Gonzalo Vázquez: ““Tuve la suerte de dar en un colegio donde todo eso se multiplicaba. Allí el baloncesto era prioritario, casi una obligación académica y hasta un símbolo de aristocracia. Paúles y Salesianos eran como Duke o North Carolina en la margen izquierda. Fíjate cómo sería que había alumnos de primera y el resto. Aquéllos eran los que formaban parte de algún equipo del colegio. Tuve profesores que subían la nota en los exámenes a un alumno por el mero hecho de ser jugador. Esto no era ni bueno ni malo. Tan sólo la prueba de que el primer deporte del colegio era, de largo, el baloncesto. Cuando formaba parte del equipo infantil de fútbol y caía un chaparrón de los de agárrate seguíamos corriendo fuera sin luz mientras los del baloncesto lo hacían dentro de pabellón, bien calentitos y protegidos. Eran la envidia de todos”[7].

 Casi en primera B, un descenso y un ascenso

En la Temporada 1986-1987 Paúles ya no cuenta en el banquillo con Pedro Aramberri, su entrenador talismán, pero su sustituto, Luis Fernando Gonzalez (formado a su vera), fue capaz de colocar a un equipo de colegio a las puertas de la primera B (LEB) cayendo en la tercera fase de la ronda de ascenso. De singular interés, para celebrar el ascenso, fue el partido contra la selección bizkaina[8]. El equipo se vio reforzado con Carmelo Martínez y un jugador americano, apellidado Woods (ambos jugadores en esa temporada en el Tizona burgalés). La planta del americano causó sensación y sus palabras de agradecimiento hacia el trato que le dispensó la directiva (especialmente Ramón de la Mata) fue muy comentado en fechas posteriores[9].

Este es el recuerdo de Gonzalo: “Tampoco puedo olvidar la ocasión en que vino el Cajabilbao. El pabellón no daba abasto y la semana anterior el rumor de que vendría Kopicki no nos dejaba ni dormir. El domingo no vino. Pero en su lugar apareció Howard Wood. Y ver a un negro tipo armario allí dentro fascinó a todos los presentes. Nos movía la ansiedad de que hiciera algún mate, pero seguro que a Loyola o al difunto Zazpe no. Porque tendrían que hacer malabares con el presupuesto para reponer la canasta”.

Pedro Aramberri (que seguía muy ligado al Club) y Tasio Uriarte (tesorero y “fac totum”) del mismo durante muchos años) no se achicaban ante el reto, y hablaban con soltura sobre nuevos patrocinadores, nuevas instalaciones, la posibilidad de incorporar jugadores americanos a la plantilla… Todo por un sueño que no llegó a culminarse. Lo único cierto eran los “llenazos” del pabellón que obligaban a los “directivos” a realizar malabarismos para mantener el orden.

En el año 1989, tras tres temporadas en las que el Paúles se mantuvo en la Segunda División sin aprietos, el equipo acabó descendiendo de categoría, pero por historia y trabajo se les consideraba equipo de Segunda, lo que significó que a la siguiente campaña volvieran a ascender de nuevo. En esta temporada del ascenso a segunda división se dio la circunstancia de que el segundo de los equipos senior lo hizo a tercera dándose el caso no muy habitual de un Club con dos equipos en categoría nacional.

Los años 90

A mediados de los años 90 las cosas cambiaron en Paúles. El primer equipo terminó descendiendo a categorías autonómicas, y los directivos y técnicos ya no eran los mismos. El fallecimiento en 1995 del mítico Cecilio Zazpe fue un golpe muy duro, y los Aramberri, de la Mata, Uriarte … dejaron paso a gente como Toño Río, entrenador del club con larga historia y que fue en su día seleccionador de Bizkaia, o los hermanos Alberto y Javier Lodeiro[10], gente de Club que llevaba mamando Paúles desde pequeños y que tuvieron el arrojo de seguir con el proyecto[11].

Los Carmelo Martinez, Eli Rego, Toño Conde … dejaron paso a jugadores más jóvenes pero con la misma garra y calidad, como Javier Panizo, que después de juveniles fue a jugar al Bilbao Patronato o Jon Julian Toca, que llegó competir en EBA con Santurtzi.

Durante esta década también hubo éxitos, aunque no fueron a nivel del primer equipo. El Junior Masculino dirigido por Toño Río se convertía en la temporada 1995/1996 en el primer equipo del Club en disputar una Liga Vasca. A pesar de este oscuro túnel de resultados, la estructura del Club permaneció inalterable en cuanto a equipos. Bien es verdad que en estos años le surgió un serio competidor en el propio Colegio que no fue otro que el fútbol, cuyo crecimiento fue espectacular. Por el contrario, el balonmano fue desapareciendo progresivamente a pesar de los esfuerzos de José Ramón Manso, Jorge Villán y compañía. Estos hechos motivaron el tener que compartir espacios especialmente en lo que respecta al “pabellón” y los “vestuarios”.

Las chicas entran en escena

Tuvieron que pasar veinte años desde la fundación del Club para que la nueva Junta Directiva, encabezada por los hermanos Javier y Alberto Lodeiro, junto a otros nombres importantes en la historia del Club como Unai Pascual o Raúl Panizo, buscaron fórmulas para renovar el Club y darle un enfoque distinto. Por este motivo y aprovechando que las chicas del Colegio iban subiendo de curso, se empezaron a fomentar los equipos femeninos, reuniendo a varias ex jugadoras de otros centros de Barakaldo, hasta conseguir sacar el primer equipo Senior Femenino del Club. Esta realidad, ya presente en el propio Colegio, llevó a una transformación de los vestuarios realizando las obras imprescindibles para asumir la nueva realidad.

Años 2000. El nuevo pabellón

A mediados de la década de los 2000 Paúles “volvía a empezar de cero”. El equipo Nacional descendía a categorías regionales y la directiva que tan buen trabajo había realizado años anteriores iba dejando paso a los nuevos jóvenes. Gente con ganas como Mikel García o Eneko Tobias cogían las riendas, con la idea de hacer crecer al Club hasta devolverlo al sitio que se merecía en Bizkaia.

En el año 2006/2007 el viejo pabellón se convertía en historia. El día 1 de Diciembre de 2007 se jugó el primer partido en la nueva cancha. Paúles y Askartza, en Junior Masculino, se jugaban muchas de sus opciones de entrar a los cruces para jugar la Liga Vasca, y la derrota cayó del lado de los nuestros, a pesar del gran ambiente que presentaban las gradas. Aprovechando la instalación de nuevas canastas en el “Zazpe” (en este caso colgadas del techo) se pintó un nuevo campo de Baloncesto (aprovechando las canastas del viejo) en el frontón. Una instalación cerrada que ampliará las posibilidades para la práctica del baloncesto. Comienza una nueva etapa. Es el primer momento en el que las necesidades de espacios obligan a racionalizar sus usos. Como “no hay mal que por bien no venga” la desaparición del balonmano palió en parte este problema. Por otro lado, se pintaron dos campos de mini transversales en el “Zazpe” a fin de que las más pequeños pudieran iniciarse en buenas condiciones en esta práctica.

Actualidad

Cuando el equipo Nacional desciende a Regional (2005) hay un cambio radical en la directiva. Es el momento de Eneko Tobias, Elena Ruano, Eneko Arribas, Javi Simón, Victor Santos y Mikel García que durante dos-tres años intentan reconstruir sobre todo las bases del Club. Había pocos equipos, mixtos, etc. En 2006 se celebra el primer torneo de verano, con equipos de Barakaldo y el San Inazio. Este ímpetu conlleva la firma de acuerdos con algunos centros docentes (Alkartu, El Regato…) que poco a poco van aportando chavales y chavalas a jugar en Paúles. Se vuelve a poner en funcionamiento la escuela, etc…

Una impresión del quehacer de estos años nos la dice Jonathan Martín[12]: “Antes creo que había más apego al club, le gente pensaba menos en sí misma y más por el equipo. Ahora creo que los sentimientos se han dejado más de lado y se apuesta por otras cosas. Aunque sigue habiendo gente que se implica muchísimo y de forma desinteresada intenta hacer cosas mejores en el club y sacarlo adelante, cosa de agradecer en estos tiempos y que gracias a ello seguimos jugando en Paules. En los equipos se ha mejorado mucho, recuerdo que hace un par de años casi no había gente y ahora vuelve a haber vida en el colegio, un montón de gente jugando a baloncesto, me encanta que el club haya podido sacar jugadores que pueden jugar arriba sin problemas”. Jonathan Martín

Un nuevo cambio de Directiva (2009) diseñará las bases de lo que es actualmente (2018) el Club. Las riendas del Club recaen en Mikel García, Eneko Tobías, Alberto Lodeiro y Natxo Sáinz. Se trabaja de forma más seria y ordenada y pronto los resultados deportivos empiezan a llegar. Sacamos más chavales y más competitivos. AL mismo tiempo (2010) se comienzan a celebrar Campus en Paúles, primero con Bilbao Basket, luego propios, lo que atrae un gran puñado de chavales/as.

Poco más tarde (2012) se inician las tecnificaciones de la mano de Mikel García y Alfonso Doctor (pieza clave en el asentamiento del Club tanto en su función directiva como técnica). Es el momento de hacer ver a “Paúles” fuera del ámbito bizkaino (torneos de León, Hondarribi, Zaragoza, Logroño, Blanes…).

La marcha (2015) de Alberto Lodeiro y Toño Río (emblemáticos en el club) lleva consigo la contratación de Javi Panizo como Director Deportivo. Su llegada es un momento muy significativo para todas las secciones del Club pues su mano se hace ver en todas las categorías, especialmente en las inferiores. Por diversos motivos dejará el Club en 2018. La proliferación de “veteranos” no se deja en el aire y surge, que yo sepa por tercera o cuarta vez en su Historia, un equipo para ellos. Nos dice Javier Lodeiro que “la idea surge de Raúl García y Pedro García, que quieren seguir jugando al baloncesto pero contando con la opción de poder combinarlo con su vida profesional y personal sin tener la sensación de dejar al equipo tirado si se van de fin de semana y así dejar paso a nuevas generaciones, ya que en los últimos años se sentían un poco desubicados dentro del equipo Señor por la diferencia de edad. Para ello se han rodeado de gente con el compromiso de ir a entrenar dos días a la semana y el partido de manera opcional, y por suerte, me ofrecieron formar parte de este gran equipo”.

Los éxitos no se hicieron esperar: la temporada 2008/2009 en Senior Femenino de Joseto Sanchez y Sergio Arnaiz se clasificaba para la Final Four de la Copa de Bizkaia, en la temporada 2012/2013 en Senior Masculino de Luismi García[13] volvía a 2ª Nacional tras 10 años de ausencia, y en la temporada 2016/2017 el Cadete Femenino de Javi Panizo y Jon Ander Villanueva se convertía en el primer equipo femenino del Club en clasificarse para la Liga Vasca. Harían lo propio los chicos del Cadete Masculino en la temporada siguiente (2017/2018), también entrenados por Javi Panizo y Galder García, éxito al que habría que sumar el éxito del equipo senior femenino que, tras disputar la final four, se quedó a las puertas del ascenso a categoría nacional.

Bueno será reflejar el consejo que deja Gonzalo Vázquez a quienes empiezan: “Que se diviertan jugando todo lo que puedan. Llegará un momento en que habrá un tipo en la banda que le diga todo lo que tiene que hacer. Es fácil saber cuándo estás ante un maestro y cuándo ante un paleto. Que elija dónde es más feliz. Y si se marca un objetivo que vaya a por él y nunca desista. Si le gusta el baloncesto ya habrá ganado mucho: habrá demostrado tener buen gusto y ser seguramente un tipo inteligente. Suerte”.

 

IN MEMORIAM

Termino este “Recorrido” con las sentidas palabras que Pedro Aramberri dedica al inolvidable Cecilio Zazpe en el final del Vídeo “Paúles: la historia de un equipo de Colegio” que sirven, por otra parte, para reconocer la amistad que me une con Pedro y el agradecimiento por su trabajo tanto en el Colegio como en el Club: “Cecilio Zazpe se implicó con nosotros desde el principio en todo y lo que en principio fue una necesidad de doce personas que éramos las que jugábamos se fue haciendo extensible a más chavales, a niños que empezaban a jugar, que les gustaba jugar a lo que estaban viendo y entonces crecieron las dificultades… Era Cecilio una persona todo corazón y lo daba todo cuando veía que ponía corazón en las cosas. Incondicional. Un navarro de esos… Pues, hasta el final, como os digo, contamos con su apoyo. En no sé qué extrañas circunstancias teníamos una multa… La última vez que una representación del Club fuimos a visitarle a Pamplona donde estaba residiendo por su enfermedad nos dijo que se había enterado que teníamos una multa pendiente con la Federación Española… que suponía un agravio económico para el Club… Y, entonces, él que había recibido alguna herencia familiar y demás nos dijo: todavía tengo algo para daros… y puso cien mil pesetas para pagar la última multa. Nos salvó la papeleta… como siempre. Y eso fue pocos días antes de morir[14].

 

[1] Declaraciones de Tontxu Rodríguez en “Paúles: la historia de un equipo de Colegio”.

[2] “Paúles. La Historia de un equipo de Colegio”. Película de Natxo Ugarte y Mikel García. 2012.

[3] El P. Alfonso Loyola nos aclara que “el baloncesto ya se practicaba en el Colegio desde muchos años antes; se jugaba en La Herradura, única cancha del pueblo, gracias a las iniciativas del ya fallecido P. Máximo Agustín. En el Acta notarial del CLUB figurábamos como fundadores Tasio Uriarte, Pedro Aramberri, José Ramón de la Mata y yo, que por aquellos días era el Delegado de Deportes del Colegio; más tarde se amplió esa Acta Fundacional, dada la amplitud de disciplinas deportivas del Club, donde yo no intervine”. Dicha Acta, efectivamente, se amplió para dar cobertura el naciente Club de Fútbol Paúles (actual Paluldarrak).

[4] Nos cuenta Txus Inchausti que: “El año que ganamos la liga de regional y nos jugábamos el ascenso a la 3ª división con el campeón de La Rioja, Pedro decidió concentrarnos la noche anterior en Logroño en vez de viajar el día del partido”.

[5] El recuerdo del P. Loyola es muy aclaratorio: “Lo malo eran los entrenamientos. Recuerdo como si fuera ahora mismo a Txus Intxausti dándose manotazos alternativos en cada mano porque ¡estaba nevando! o al equipo Junior, que jugaba los miércoles por la noche, con tanta lluvia que el balón no botaba, ¡se quedaba pegado en los charcos!”.

[6] De este partido nos recuerda Pedro Aramberri: “Vinieron pronto y todavía nuestra gente, nuestro público que venía a animar, no había llego porque ellos llegaron en autobús desde Ordicia. Si el partido era a las doce, ellos a las diez y media ya estaban aquí. Pagaron la entrada, entraron y ocuparon el campo muy estratégicamente. Se creían que no iba a haber nadie más que ellos. Ya en la rueda de calentamiento estaban un poco subiditos… Nos habían ganado allí apretadamente pero… con la llegada de la gente y nuestro trabajo… en el descanso teníamos el partido resuelto”.

[7] Gonzalo Vázquez es actualmente periodista especializado en la NBA.

[8] Tasio Uriarte (Vídeo: “Paúles: la historia de un Equipo de Colegio”) afirma que la recaudación llegó a las doscientas cincuenta mil pesetas. Señala, además, que fue tan enorme la afluencia de gente que “devolvía el dinero de la entrada” si quien había entrado no lograba ver absolutamente nada.

[9] Tanto Ramón de la Mata como José Mª Vilar relatan en “Paúles: la historia de un equipo de Colegio” los avatares para lograr que viniesen ambos jugadores que el día anterior (sábado) jugaban un partido en Almería.

[10] Unos años más tarde, el propio Javier nos dirá que estar en la Directiva de Paúles “es la implicación con el club en un grado máximo. Significa dedicarse a todo lo que no es estar en la cancha (organizar horarios, búsqueda de patrocinadores, búsqueda de entrenador y reparto de equipos, control de cuentas, solución de problemas,…). Es una labor que nadie ve y que muy poca gente valora, y que de ella depende que el club siga funcionando y dé la oportunidad de practicar baloncesto a todo el que quiera”.

[11] La situación que entonces se vivía nos la describe sintéticamente Raúl Panizo: “Bueno, yo llegue cuando esto empezaba a estar de capa caída. Aun así, creo que la gran diferencia es la falta de gente. Primero de chavales, lo que dificulta sacar equipos, y los que salen no son competitivos. Luego de entrenadores, nadie de fuera te va a venir a entrenar a un equipo de medio pelo. Si no se paga y no tienes buenos equipos es muy difícil atraer a nadie. Si encima se han perdido las categorías nacionales ya ni te cuento. Cuando yo llegue a Paules lo hice a un equipo donde de chavales se había hecho una selección de los mejores, y que luego se había reforzado con fichajes. Eso hace que la calidad fuese muy superior a la actual. También noto que el apoyo social ha caído, pero esto es una consecuencia de lo anterior. La verdad es que es complicado salir a flote con los pocos recursos de un club modesto”.

[12] Exalumno y unos de los jugadores en activo más veteranos del Club. Él mismo nos dice que, entre sus méritos “negativos” está “todas las veces que he bajado de categoría, creo que tengo el dudoso honor, ya que mi querido Oscar no juega este año, de ser el jugador en activo que más equipos ha bajado”.

 

[13] Luis Miguel (recién incorporado al Club aunque con gran experiencia en otros) nos deja esta impresión: “me parecía desde fuera que todo estaba menos estructurado, y la verdad que las cosas se empiezan a hacer con cierta coherencia. La gente del club está con ganas de crecer y se está moviendo para ello. Buscando acercamientos con colegios de Barakaldo, algo que cuando estas fuera lo desconoces totalmente. Me gusta también la cercanía de la directiva con los entrenadores que permite más fluidez en tratar los problemas”.

[14] Cecilio Zazpe, sacerdote Paúl, falleció en Pamplona el 21 de enero de 1995.

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Actualizado el 29 de mayo de 2025

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