Altos Hornos y Acería Compacta
1.- CREACIí“N DE LAS MODERNAS SIDERURGIAS VASCAS
El primer intento de montar una moderna siderurgia surge de las manos de capital inglés con la constitución de la sociedad «The Cantabrian», en 1870, que proyectaba la construcción de una gran planta siderúrgica en las marismas de Sestao. Los hornos altos comenzaban a construirse en 1871-73 y el ferrocarril encargado de abastecerlos de mineral en 1871, paralizándose ambas con el estallido de la segunda guerra carlista.
Concluida la guerra de 1876, esta sociedad abandona el proyecto vendiendo la planta al Marqués de Mudela, que la pone en explotación en octubre de 1880. La nueva fábrica se llamará «San Francisco de Mudela». AI año siguiente era la mayor siderurgia española.
Dos anos después, en 1882, se fundan dos nuevas sociedades siderúrgicas, que serán las mayores de España: la «Sociedad Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Acero de Bilbao» (AHB) y la «Sociedad Anónima de Metalurgia y Construcciones Vizcaya» (La Vizcaya).
Constituidas estas nuevas sociedades siderúrgicas vizcaínas, se inicia la compra y adquisición de nueva tecnología y los nuevos materiales y se contrata ingenieros, técnicos y casas en Sestao y Barakaldo, con las que España entrará en la época de la siderurgia moderna. En estos anos, las naciones más avanzadas en tecnología siderúrgica en Europa eran la inglesa y la belga. Por lo tanto no es de extrañar que los promotores anteriores se inclinasen por la compra de dichas tecnologías.
1.1. AHB y la tecnología inglesa
Altos Hornos de Bilbao se constituye a partir de las fábricas siderometalúrgicas «Nuestra Señora del Carmen» de Barakaldo y «Nuestra Señora de la Merced» de Guriezo que fueron adquiridas por la nueva sociedad en la que participaron el grupo familiar Ibarra-Villalonga-Zubiria y capital extranjero mayoritario.
Estas fábricas se renovaron con nuevas tecnologías a la vez que se inició la construcción de una nueva planta siderúrgica en Barakaldo que se agrupó en tres sectores: Hornos altos, convertidores y trenes de laminación. El primer sector estaba constituido por dos nuevos hornos altos con sus accesorios. La entrada en funcionamiento de estos trabajos trajo pareja la transformación progresiva de los antiguos hornos altos. El segundo factor estaba formado por los convertidores Bessemer que se encienden el 4 de Febrero de 1886 con los que se produce por vez primera en España acero por la vía directa y en grandes cantidades pero también otros productos de acero hasta ese momento importados: carriles … El tercer sector lo formaban los nuevos trenes de laminación que se construyeron para la producción de distintos artículos. Estos tres sectores fueron complementados con la construcción de nuevos talleres como el de forja, nuevos edificios como el laboratorio químico, oficinas de ingeniería o la construcción de nuevos muelles en los que se instalaron nuevas grúas hidráulicas y de vapor.
1.2. LA VIZCAYA v la tecnología cockerill belga
Esta fábrica se levantó en las marismas de Sestao con tecnología y técnicos belgas. En una primera fase se dedicó a la producción de lingote para la venta, exportándose la mayor parte a Europa. En una segunda fase, a finales de la década de los ochenta, se preparó para producir acero y diversos tipos de laminados eligiendo el sistema Martin-Siemens, colocándose en segunda posición, tras AHB, y entre las mayores sociedades industriales españolas. En una tercera fase de expansión, la Vizcaya buscaba producir un acero más barato que el Martin-Siemens y que no fuese el sistema Bessemer. Lo consiguió adquiriendo el procedimiento Robert.
IMPACTO DE ESTAS EMPRESAS
Con la puesta en funcionamiento de estas empresas se generó una profunda reestructuración del sector siderúrgico. Asturias perdió su hegemonía en favor de Vizcaya en la década de los ochenta; aumentó de forma importante la producción nacional de hierro y acero; desaparecieron bastantes fábricas de Ia época anterior (de 54 en 1880 se bajó a 15 en 1896).
Al mismo tiempo aparecieron problemas de competitividad y rentabilidad entre las modernas siderurgias en un mercado limitado y estrecho como era el español a finales del s. XIX. Los problemas de competitividad los resolvieron con acuerdos para repartirse el mercado siderúrgico español, pero los de la rentabilidad tuvieron que solventarse mediante la fusión y la inversión. Las dos grandes empresas, antes citadas, terminaron produciendo artículos similares para el mismo mercado. Esto Ilevó a todo tipo de acuerdos y a una serie de negociaciones para la fusión.
El acuerdo de fusión de ambas sociedades Ilegó en el mes de mayo de 1901, después de diez anos negociaciones. En los primeros días de Junio, la «Comisión mixta de fusión» integrada por Zubiria, Benigno Chávarri, Conde de Villalonga y Alejandro de Gandarias propone la adquisición de La Iberia (creada en 1887) y su incorporación a la fusión. El 26 de Junio de 1901 concluía el acuerdo. Así nacía ALTOS HORNOS DE VIZCAYA.
2.– ALTOS HORNOS DE VIZCAYA
2.1. Etapa de rápido crecimiento
Desde el primer momento se advierte el éxito que representaba la fusión. Durante la primera década dobla la producción de lingotes, barras de hierro y acero y de Ia mayoría de los demás productos. Aprovechando la coyuntura favorable de principios de siglo, invirtió en la mejora de las instalaciones, alcanzando en 1913 un récord de facturación que le permitirá disponer del capital necesario para la adquisición de minas de hierro, carbón y flota mercante que asegurase los suministros de materias primas y la distribución de los productos durante el tiempo de la contienda.
Altos Hornos de Vizcaya que era la mayor industria de España obtendrá substanciosos beneficios ya que fabricaba las tres cuartas partes del hierro y del acero español entre 1900 y 1914, produciendo el 72% del hierro y el 80% del acero. En este período obtuvo más beneficios que toda la banca vizcaína y el 43% del total de beneficios de toda la banca privada española. La concentración de poderes fue una de Ias características de la sociedad y que giró en torno a los clanes familiares de los (barra-Zubiria-Vilallonga, Chávarri y Durahona-Gandarias, y el núcleo madrileñocatalán de los Urquijo, Barat, Girona y Angelotti, vinculados a la banca y al capital francés.
En resumen, AHV, como se ha resaltado, fue la empresa hegemónica y líder del sector siderúrgico, produciendo alrededor de Ias dos terceras partes del hierro y del acero espahol, pero a su vez, una empresa controlada y dirigida por un reducido grupo de empresarios estrechamente interconectados a través de otros negocios y por enlaces familiares con el mundo de Ias finanzas, la industria y la política.
Dos elementos importantes en esta primera fase serán la política de abastecimiento y la política de inversiones. La unificación de la política de abastecimiento de materias primas constituyó una de Ias primeras tareas a abordar tras la creación de AHV. La nueva empresa requería asegurarse el suministro de mayor volumen de carbón y mineral necesarios, con unos medios de transporte que no siempre eran seguros. La compra de estas grandes cantidades de materia prima permitía a los nuevos gestores de Ia compañía beneficiarse del poder de compra y conseguir a bajo precio el mineral de hierro y carbón. El mineral para el abastecimiento de los hornos de Barakaldo procedía de los montes de Triano, mientras que los de Sestao se alimentaban con hierro procedente de Galdames. Una parte importante de este abastecimiento estaba garantizado por contratos firmados con sociedades mineras como la Orconera y la Franco Belga. La otra materia prima del proceso siderúrgico, el carbón, era traída por vía marítima desde el Reino Unido en su mayor parte y una pequeña cantidad llegaba, por el ferrocarril de La Robla, de Ias cuencas hulleras leonesas y asturianas. Este último se emplearía más para la producción de vapor y gas que para la fabricación de coke. Entre 1902 y 1914, AHV siguió una política de inversiones orientada a la renovación de utillaje y a la adquisición de nuevas tecnologías con el fin de ampliar la producción y mejorar la ya existente. Estas inversiones se concentraron, fundamentalmente, en los hornos altos y de acero, hornos de coke, motores eléctricos y talleres de laminación. Los objetivos eran abaratar los costes de los productos manufacturados y preparar a la empresa para competir en Ias mejores condiciones posibles en el mercado internacional. En 1909 la empresa posee en gran parte el utillaje e instalaciones con que «La Vizcaya» y «AHB» se habían dotado en Ias últimas décadas del siglo anterior. Además se montaron nuevas centrales eléctricas en Barakaldo y Sestao, otra batería de coke, talleres de ajuste, calderería y fundición y se van reemplazando Ias máquinas de vapor por electromotores. Disponía entonces de más de 50 Kms. De vías de ferrocarril y 20 locomotoras. En 1913 se construyen nuevas oficinas en Barakaldo y se proyecta la ampliación de los talleres de laminación con la incorporación de un tren Blooming más potente.
2.2. Etapa de máximo esplendor
Estas enormes inversiones traen consigo un avance tecnológico espectacular para la siderurgia española. La producción aumenta de forma vertiginosa y los costes se reducen notablemente permitiendo así la exportación a gran escala. En especial, de lingote de hierro y carriles. La industria siderúrgica vizcaína artífice de este desarrollo va ganando peso en la economía nacional. La potencia de Ias modernas máquinas permite que la productividad de los trabajadores se multiplique y al calor de los altos hornos llegan nuevos sectores como la construcción naval y la metalurgia pesada. El conjunto del país se beneficia se esa ola de modernización que se trunca de forma brusca con la I Guerra Mundial.
Esta guerra trastocará Ia dinámica de la empresa afectando entre otras cosas a las exportaciones que son frenadas por decisión gubernamental con el fin de mantener abastecido al mercado nacional y, en especial, a la industria metalúrgica que había protestado por las exportaciones siderúrgicas y el encarecimiento de los productos de hierro y acero en los primeros anos de la guerra. Sin embargo, aquellos fueron los mejores anos para la siderurgia española pues se aumenta la producción aprovechando el abandono del comercio de exportación por parte de los países beligerantes.
2.3. Etapa de recesión
Cuando acaba la guerra, el aparato productivo se ha quedado obsoleto y las políticas proteccionistas van a dificultar la exportación. En esta época se Ileva a cabo una política de compra de terrenos tanto en Barakaldo como en Sestao. La tendencia cambia con el gran crecimiento de las obras públicas que tuvo lugar durante la Dictadura de Primo de Rivera. Será una etapa de prosperidad vinculada a la demanda estatal que va a permitir (levar a cabo la modernización de las instalaciones.
Como consecuencia, en 1929 se llega al techo productivo (452.342 tm) que no se recuperará hasta los anos cincuenta. La crisis internacional de los anos treinta coincide con el fin de la política estatal de obras públicas y una apuesta por el equilibrio presupuestario que va a afectar negativamente a la siderurgia, situación que se agrava con la Guerra Civil. A partir de entonces la intervención del Estado va a ser decisiva, tanto por la política general de autarquía como por las imposiciones en el sector siderúrgico.
A mediados de los anos cincuenta comienza una propuesta de modernización y en 1959 se llegará al tope laboral (16.678 empleados)
2.4. Etapa de crisis
La década siguiente (anos 60) marca el inicio de las pérdidas y la «United States Steel Corp.», principal siderurgia privada del mundo, comienza a participar en un 27% del capital, aportando cooperación financiera y tecnológica. Sin embargo, hasta mediados de los anos 70 son anos d estabilización y bonanza económica.
A mediados de los 70, con la crisis internacional, empezó el declive que no se detuvo hasta el cierra el 2 de Julio de 1996. Así, en 1981 AHV se acogería al Plan de Reconversión siderúrgica y los 13.584 trabajadores de 1972, la mayor plantilla, menguaron hasta 5.986. El 2 de Julio de 1996, cuando se apagó el último horno quedaban 1.830 empleados.
Alrededor de 240 empleados en nómina, dos locales de oficinas -uno en Sestao y, el principal, en Barakaldo- y evidentemente el horno alto, otros dos pequeños y las obsoletas instalaciones a su alrededor en la cabecera de Sestao, es el patrimonio actual de lo que a principios de siglo era la mayor empresa industrial española con beneficios que en 1914 superaban a los de toda la banca vizcaína junta.
3.- LA ACERíA COMPACTA DE BIZKAIA (ACB)
Con el cierre de Altos Hornos, aprovechando parte de la superficie liberada, se construirá la Acería Compacta de Bizkaia. Inaugurada en 1997. Con ella se pretende disminuir los costes de producción, el consumo energético y los gastos de transformación. La nueva planta incorpora la nueva tecnología de colada y laminación integradas. El proceso de fabricación está basado en una Acería Eléctrica de corriente continua y una instalación Compacta formada por una línea de Colada Continua de planchón de bajo espesar, un Horno Túnel de calentamiento y de mantenimiento de temperatura y un Tren de Laminación en Caliente.
Las experiencias adquiridas con esta tecnología han demostrado claramente que constituye un proceso de funcionalidad segura para producir económicamente banda ancha en caliente. Esta tecnología acorta decisivamente la cadena de producción y da como resultado una notable disminución de los costos de elaboración. La planta a instalar tendrá una capacidad de producción de 1.000.000 tm/año de bobina en caliente.
Esta nueva planta se ubicará en el término municipal de Sestao. Se compone de una serie de naves y espacios abiertos que albergarán Ias instalaciones principales correspondientes al Parque de Materias Primas, Acería Eléctrica, Unidad Compacta, Almacenamiento de bobinas, etc … y sus instalaciones auxiliares.
En esta nueva planta el proceso siderúrgico estará basado en hornos eléctricos, hornos-cuchara y una unidad compacta compuesta de una línea de colada continua de planchón fino, horno túnel de calentamiento y mantenimiento de temperatura y tren de laminación en caliente. La obtención del acero se realizará a partir de chatarra y prerreducidos en proporciones variables (con un mínimo de 70% de chatarra) en dos hornos eléctricos de corriente continua. El sistema de alimentación de prerreducidos y aditivos permite su dosificación en los hornos y Ias cucharas. Los humos producidos en los hornos eléctricos durante el proceso serán captados, enfriados y filtrados antes de su emisión a la atmósfera. Asimismo se dispone de equipos de captación y depuración del polvo producido en la instalación de aditivos, prerreducidos y ferroaleaciones. El acero líquido obtenido en los hornos eléctricos se cuela sobre cucharas provistas de agitación por el fondo con gas inerte. Las cucharas con el acero líquido colado de los hornos eléctricos se transfieren, en carros provistos de pesaje electrónico, a los hornos cuchara donde se realiza un proceso de ajuste de composición y temperatura del acero líquido. Posteriormente, Ias cucharas se trasladan a la torre de colada por medio de una grúa puente. La cuchara depositada en la torre por la grúa puente realiza el vertido del acero líquido a un depósito regulador llamado artesa. El molde es el elemento refrigerado que recibe el acero líquido de la artesa y conforma el planchón de bajo espesar (53 cm). El planchón formado en posición vertical es enderezado, extraído y cortado a medida. A continuación pasa a un horno túnel de calentamiento y mantenimiento de temperatura que permite disponer del planchón a Ia temperatura adecuada de laminación. El tren de laminación en caliente recibe el planchón en el descascarillado de agua a presión. A continuación Ias cajas laminadoras, zona de enfriamiento y bobinadora. Las bobinas en caliente así producidas son de 790 a 1560 mm. de ancho con un espesor mínimo de 1,3 mm. y con un peso máximo de bobina de 28 Tm.
La planta dispone de un conjunto de instalaciones para el tratamiento de Ias aguas de refrigeración y su posterior aprovechamiento, tratamiento de escorias así como captación y tratamiento de los gases y polvo procedente del proceso de obtención del acero. El polvo recogido se transporta neumáticamente a un silo para su posterior retirada. Las bobinas producidas pasan al almacén de bobinas donde se realizarán las operaciones de preparación, embalaje y expedición.
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