Menú

La tenencia de Huart (1040). Primeros indicios de ocupación medieval en Barakaldo (III)

La tenencia de Huart (1040). Primeros indicios de ocupación medieval en Barakaldo (III)

Por lo tanto, podemos llegar a imaginar la función y los objetivos de estas tenencias a nivel general. El fin de la mayoría era la organización y el control del territorio. La fijación de un poder a un espacio concreto; en este caso la monarquía Navarra en un territorio muy alejado de su origen.

Pero podemos llegar incluso a intuir el objetivo de la tenencia que debería situarse en Huart, en nuestro Ugarte.

En ocasiones las tenencias surgen, o se instalan, en zonas de frontera en constante cambio. En localizaciones de difícil defensa o en posiciones consolidadas de interior con una función más recaudatoria. El caso concreto de Ugarte puede estar relacionado, sobre todo, con esta segunda opción.

Y es que la recaudación frente una posible salida del mineral de hierro de los Montes de Triano tuvo que ser un objetivo principal de la monarquía navarra. La posibilidad real de situar en la Vega de Galindo de un embarcadero que catalizaría la salida y el control del mineral de Hierro pudo llevar emparejada una apropiación de rentas derivadas de este producto similar a la que en plena Baja Edad Media realizarán los moradores de Muñatones con su puerto de San Martín.

Poco más sabemos de las tenencias. Hasta el punto de desconocer si las referencias textuales hacen mención a un determinado distrito territorial o a un núcleo fortificado concreto. Tampoco conocemos su origen. Tenemos la primera cita textual desconociendo por completo si la ubicación de la tenencia se realiza sobre un entorno o punto ya existente con antelación.

El objetivo de toda investigación es agotar todas las herramientas con las que disponemos en la actualidad. Hasta el momento toda la información con la que contamos proviene de referencias textuales y toponímicas.

Sin embargo, no debemos desestimar la posibilidad de detectar estructuras materiales adscribibles a este elemento.

Un control efectivo sobre el territorio por parte de los monarcas navarros podía haber derivado en la construcción de un pequeño castillo en zonas, como la nuestra, en las que era aconsejable un control más directo.

Si fijamos nuestra atención en el mismo Ugarte podemos localizar varios montes (a la espalda del propio barrio y bajo las cumbres de Argalario, Mendibil y Bitarratxu) con una ubicación inmejorable. Se trata de dos elevaciones denominadas comúnmente La Mota y Goronillo. Ambos podrían arrojar algo de luz en este aspecto, ya que al topónimo del primero podemos añadir los indicios (localización y visibilidad) detectados en el segundo.

Durante nuestra investigación de 2010 centramos el posible establecimiento de la tenencia en el monte Goronillo (272 msnm), ya que en este enclave se dan varios condicionantes que pueden probar la existencia de anteriores fases ocupacionales. La hipótesis inicial es la perduración de elementos (pruebas materiales) pertenecientes a un punto de control tipo castillo.

Uno de los primeros indicios a favor es la propia geomorfología del enclave. Se trata de un monte con forma piramidal en la que destaca su silueta desde la casi la totalidad de la vega del Galindo. Las propias fotografías aéreas del enclave distinguen incluso cuatro vertientes claras con cierta desviación hacia al Oeste.

Mientras que al Norte y al Sur da a los términos de Burtzako y Pasaje respectivamente (el último actualmente muy alterado por la construcción de los actuales túneles de la Variante Sur Metropolitana), al Este destaca su situación dominando Sobrecampo (y por lo tanto todo Ugarte y Susunaga) y al Oeste por las rampas que ascienden al Monte Argalario.

Las pendientes son pronunciadas en todas sus vertientes destacando sobre todo la oriental, lo que refrenda la imagen de elevación dominante sobre el entorno inmediato. Todas las inclinaciones aportan esta efigie ya que la occidental también presenta un acusado desnivel frente al monte Argalario.

La cumbre está formada por una plataforma cuadrangular de aproximadamente 2.200 m2 de los cuales 1.200 mson relativamente planos. Destaca esta superficie superior por contar con una alineación en la vertiente occidental que puede corresponderse con una antigua defensa. El resto de la plataforma presenta otras posibles alineaciones a contraterreno que pueden corresponderse con restos de anteriores estructuras de muros derrumbados. Estas son apreciables en la franja septentrional y oriental, justo en la zona en las que es más necesaria la presencia de las mismas; ya que el afloramiento rocoso occidental puede haber facilitado la defensa por este sector.

Durante la prospección intensiva realizada, como durante el análisis posterior de la cartografía conservada, no se observaron caminos de acceso claros a la plataforma superior. Únicamente un pequeño sendero en la esquina sureste parece enlazar con un antiguo camino ya observable en la fotografía del vuelo americano de 1945. No se detectan otros senderos o caminos en zig-zag. Goronillo cuenta además con fuentes de agua como atestigua la presencia de abrevaderos de ganado, todavía en uso, en la vertiente occidental.

Muchos de las características que observamos en Goronillo son extensibles a la otra de las localizaciones propuestas y analizadas como es La Mota.

Se trata de otra elevación que destaca sobre la Vega de Ansio. En este caso más escorada al Este y dominando también parte del pequeño valle de Gorostiza.

La Mota sin embargo, y pese a tener a favor el propio topónimo, se encuentra en una cota inferior, más accesible y unida por el franco oeste con el cercano conjunto de casas de Mendiola cercano a Santa Lucía. Esto provocaría un mayor esfuerzo constructivo de inserción de defensas, de las que tampoco tenemos indicios claros. Únicamente ciertas anomalías observables en la evolución de las fotografías aéreas nos podrían situar ante evidencias de anteriores modificaciones del terreno. No obstante, de manera preliminar, solo las podemos poner en relación con la inserción de antiguos caminos de acceso o modernos aterramientos.

Sin embargo, estas alteraciones sí parecen respetar un elemento que puede ser de interés. Y es que de los aproximadamente 14.000 mque tiene su plataforma superior, debemos poner nuestra atención en los 3.300 m2 situados en la cumbre; ya que su forma recuerda algo a una mota. Estas construcciones se caracterizan por situarse sobre un cerro en el que destaca un montículo realzado de tierra que suele ser artificial y que es acompañada de estructuras de madera.

Además de esta hipótesis La Mota atesora también características (en pequeña escala) que son coincidentes con gran parte de las barriadas de caseríos en las que intuimos la presencia de un poblamiento altomedieval tipo aldea. La perduración del asentamiento a media ladera, la posición dominante cercana a fuentes de abastecimiento (como superficies planas para campos o el mismo monte), el topónimo haciendo referencia a una ermita desparecida, etc.

En definitiva vemos como dos de las posibles localizaciones propuestas en nuestro estudio presentaban características suficientes como para albergar elementos que se puedan corresponder con la Huart citada como tenencia navarra. Sin embargo el desconocimiento general que tenemos de las tenencias nos lleva a pensar en dos posibilidades.

En primer lugar, podemos llegar a tener la fortaleza de pequeño tamaño cuyo objetivo prioritario puede ser el control, el estar presente, y la de infundir la sensación de control.

Goronillo encaja en esta tipología como algunos de los castillos documentados y probados de Bizkaia. Es el caso de los localizados en la costa, en los valles, en las rías principales o en zonas en las que se controla el paso o el acceso al territorio. Se sitúan sobre “cerros cónicos de laderas pronunciadas, poco aptas para cualquier explotación agropecuaria o para la instalación de la residencia señorial (…)se encuentran en posición estratégica sobre vías de comunicación natural, aunque relativamente alejadas de ellas y de los asentamientos que dominan visualmente (…) poseen estructuras simples y de escasa entidad constructiva hasta el punto que resulta difícil su identificación en el terreno (…) disponen de una plataforma superior de dimensiones reducidas” (GARCÍA CAMINO 2002: 266).

Sin embargo La Mota puede ejemplificar el establecimiento de la tenencia sobre un asentamiento consolidado como es el caso cercano, tanto físicamente como cronológicamente (también se cita en 1040 bajo el dominio de los mismos tenentes que Huart), de Tudela en Ayala. Es en el siglo IX (864) “cuando una familia encabezada por una mujer, por Elduara, y sus hijos, (…) donaba a la iglesia de Santa María de Tudela “todos los bienes muebles e inmuebles que poseían, es decir, edificios, manzanos –pommares–, viñas –vineas– y tierras de sembrar –terras sationaviles–, “todas cuantas en este mismo valle obtuvo nuestro padre”, el marido de Elduara ya fallecido, quien habría llegado a esta elevada zona del sur de Artziniega para asentar su hogar”. En estos mismos terrenos, posiblemente cercanos a Santa María Magdalena de Retes, se situaría en el 1040 la tenencia de Tutela en una situación también estratégica al dominar los tradicionales Pasos de Gordeliz camino clave entre la costa y el Valle de Mena.

Si pensamos en estos enclaves, y en estos personajes, como formas efectivas que tiene un poder (en este caso la corte pamplonesa) de hacer llegar su control y jurisprudencia, debemos pensar también en la ocupación tanto de lugares estratégicos nuevos como elementos ya consolidados. El objetivo claro es manifestar un poder alejado y exógeno. Los castillos no son más que un ejemplo de la introducción en el seno de las comunidades campesinas y aldeanas de señores que se beneficiaron de la explotación de los bosques y los montes adscritos a la aldea, de los derechos sobre la iglesia y el rendimiento del campesinado. Estos señores pueden ser delegados de unos monarcas alejados como pueden ser este caso; o el origen de una elite que impone nuevos sistemas de explotación y ocupación del espacio.

De momento la arqueología no ha aportado datos de interés acerca de estas tenencias, y solo en las últimas décadas hemos asistido a la realización de excavaciones en recintos similares cuyos datos podemos, en parte, traer a nuestro terreno.

Nuestro objetivo claro en el proyecto de Ugarte es posibilitar su detección e intentar demostrar la perduración de restos materiales atribuibles y adscribibles tanto funcionalmente como cronológicamente. Sabemos de la dificultad de la empresa si nos atenemos a la parquedad de las fuentes con las que disponemos (toponímica y documental), a la escala de los elementos investigados, a lo alterado de las ubicaciones propuestas y a la amplitud del sector en el que perdura el topónimo.

En la actualidad contamos con numerosas herramientas para, incluso, acometer un trabajo utilizando únicamente instrumentos de teledetección no invasiva. El georradar, la magnetometría, los sistemas de información geográfica GIS/SIG, las fuentes cartográficas, catastrales, las fuentes orales, el LiDAR, etc. permiten iniciar cualquier actuación con unos niveles de información difíciles de imaginar hace décadas.

Sin embargo, no estamos exentos de plantear en el futuro actuaciones arqueológicas más directas (tipo excavación en extensión o sondeos) que nos permitan posibilitar la detección de elementos pertenecientes a anteriores fases de ocupación en las dos localizaciones propuestas: Goronillo y La Mota.

La prospección arqueológica realizada en 2010 a toda la vertiente septentrional del monte Argalario aportó otro tipo de datos. Además de pasar por el barrio de Mesperutza, lugar citado por la leyenda de Lope García de Salazar, las localizaciones de La Mota y Goronillo nos ofrecieron unas vistas inmejorables que ejemplifican perfectamente el supuesto control ejercido por estas tenencias. Desde el propio Goronillo se distingue la silueta del Montaño (Monte que domina el valle de Cardeo), el Serantes y toda la Margen Izquierda hasta la Vega de Ansio y el sector más septentrional del Gran Bilbao. En definitiva, todo el territorio en que se sitúan las localizaciones altomedievales con las que contamos: Zierbena (La Cerrada de Ranes), Trapagaran (La Casería), Santurtzi (San Jorge), etc. todas ellas con ocupaciones entre los siglos X y XII.

Es difícil imaginar desde estos montes cómo sería todo este territorio sin la profunda modificación que hemos realizado sus vecinos en las últimas centurias. Es muy posible que, en el paisaje escasamente transformado de hace más de mil años, el control de esta tenencia se realizase sobre pequeñas barriadas de casas (aldeas) rodeadas de campos de cultivo. El registro textual únicamente nos ha proporcionado sus nombres y sus posibles localizaciones. El desarrollo de la investigación histórica posibilitará, sin duda, la obtención de más datos en el futuro.

Tomado de: https://ezagutubarakaldo.barakaldo.eus/articulos/la-tenencia-de-huart-1040-primeros-indicios-de-ocupacion-medieval-en-barakaldo/

 

Comentar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recursos multimedia

Actualizado el 05 de noviembre de 2024

  1. El Megapark, por Aimar Hidalgo
  2. El Megapark, por Iraide García
  3. El Megapark, por Izaro Sánchez
  4. El Megapark, por Jorge Paz
  5. El Megapark, por Naroa Santos
  6. El Megapark, por Ugaitz Préstamo

diciembre 2024
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031  

Archivos

Categorías

RSS Noticias de Barakaldo