Las casas-torre en Barakaldo (II)
En el artículo anterior hemos descrito sucintamente los elementos básicos de una casa-torre y la nómina de las existentes en Barakaldo. En otros artículos precedentes, cargados en esta web, se han descrito con detenimiento algunas de ellas. Pretendemos, en el presente, resumir el conjunto. Los datos básicos están tomados de Mayte Ibáñez y de nuestro propio trabajo de observación e investigación.
1) Torre de Zubileta
Ubicada en la orilla izquierda del Cadagua. Junto a la torre se conserva (habitado) el llamado «Palacio de Zubileta» que es un buen ejemplar de «casa-indiana». Parece que en sus inmediaciones existió un «molino» del que no se conservan restos. Todo ello con una función de control del importante camino que unía Bilbao con Castilla. En sus proximidades (río arriba) se encuentra el medieval puente «del diablo» donde se bifurcaría el camino real a Castilla y a Cantabria hasta la construcción del «colgante» de Burtzeña (sustituto de la travesía en barca). La «torre» conserva muy pocos elementos de su estructura original sobre todo desde que fue convertida en casa de labranza. Su estado de conservación es, cada día, más precario amenazando ruina. De planta cuadrangular tiene dos alturas y desván. Las paredes son de mampostería dejando el sillar para el recerco de los vanos y esquinas. Dispone de cuatro accesos, uno de ellos renacentista en arco escarzano de dovelas irregulares flanqueado por troneras. Conserva un total de quince vanos correspondientes a diversas épocas y ubicados de forma asimétrica. La mayoría de ellos son ventanas adinteladas. Especialmente reseñables son los dos cuerpos de vanos geminados, apuntados y con mainel. La estructura de sustentación se basa en un sistema de postes de madera de roble.
Es uno de los edificios residenciales gótico-renacentistas que mejor ha conservado su imagen original. Se alza en la ladera del Argalario y, por su ubicación, resultó de una importancia estratégica fundamental para los intereses de la época (control del camino real procedente de Bilbao hacia Cantabria). Fue levantada en madera, posiblemente en el siglo XIV, por los Susunaga y sustituida, posteriormente, por la piedra. La parte alta del edificio (almenas) se perderían a finales del siglo XV (requerimiento de Enrique IV). Tras las guerras de bandos se habilitó (siglo XVI) como vivienda y, para ello, se abrieron una serie de vanos con algunas decoraciones ornamentales de cierta importancia. Es un edificio cúbico con dos plantas y un camarote. Se emplea la sillería en las esquinas y recerco de los vanos. La entrada contempla un amplio arco de medio punto con cinco dovelas. La clave luce un escudo sin labrar. Cuenta con tres aspilleras en el piso primero. En el segundo, además de un vano moderno, hay una ventana ajimezada compuesta de dos arcos gemelos de medio punto, además de otros varios. Tiene además, en la fachada principal, una serie de relieves con escenas de caza sumamente interesantes. El sistema de sustentación se basa en vigas de madera. A finales del siglo XX fue totalmente rehabilitada manteniendo los elementos clave y pintando de color rosa todas las fachadas.
Es un edificio de complicada adscripción y del que sólo se conservan unos dos metros de altura de los muros perimetrales (de más de un metro de grosor). Si en su origen fue una casa-torre, las profundas transformaciones que sufrió para convertirla en caserío-vaquería (función que ha tenido hasta los años sesenta del siglo XX) la dejaron sin demasiados rasgos primitivos. Está ubicada en la entrada desde Bilbao (barrio San Luis). Tiene una planta ligeramente cuadrada. La parte conservada emplea sillería muy bien trabajada en el encuadre de algunos vanos, en el acceso, en los esquinares y en la primera hilera de los muros. El acceso, ubicado en el muro sur, contempla un arco de medio punto adovelado con moldura de baquetón. El edificio se inscribe en el Renacimiento (inicios del siglo XVI). A ambos lados de la portada se encuentran dos «troneras» más simbólicas que efectivas. íšnicamente se conserva (en muy buen estado tras la rehabilitación del entorno) el muro perimetral de unos tres metros de altura.
Posiblemente fue, en su origen, una casa-torre convertida posteriormente en vivienda residencial palaciega. Se encuentra ubicada en la entrada al municipio desde la carretera vieja o paralela a la ría (junto al Colegio San Paulino de Nola). El palacio, cuya estructura conocemos, fue construido en el siglo XVIII. Es de planta cuadrada con cubierta a cuatro vertientes. Tiene tres alturas, con tres ejes de vanos (calles), separadas con líneas de impostas. Está aparejada en mampuesto aunque utiliza el sillar en la fachada principal, esquinazos, impostas y recerco de vanos. El acceso al jardín (muy habitual en este tipo de edificios) aparece flanqueado por sendas gárgolas representando animales. La fachada ostenta el escudo de las familias Echevarría y Larrea. No hace muchos años sufrió una reforma integral que ha convertido el palacio en un Restaurante con colores llamativos tanto en el paramento como en los esquinazos e impostas.
No quedan de ella sino referencias (DELMAS «Las Torres de Luchana desde su fundación hasta su ruina«) y algún que otro grabado. Fueron levantadas por los Ayala (frente a la desembocadura del río Asúa) como elemento defensivo costero de sus amplias posesiones que tenían su centro neurálgico en Quejana (ílava). Posteriormente pasaron a manos de los Velasco. A pesar de diferentes opiniones lo más factible es que fuese levantada en el segundo tercio del siglo XIV. Sería una sólida construcción de madera, de volumen cúbico y, quizá, una primera planta aparejada en piedra. Es en el siglo XV cuando se configuraría como una casa-torre. En 1604 sufrieron unas importantes obras de reparación. Una descripción de 1621 dice que eran dos torres cuadradas, de piedra, separadas un cuarto pero con un pasadizo que las comunicaba. Con dos barbacanas del lado del mediodía y un foso y puente levadizo en el lado principal. En 1821, su dueño (el Duque de Frías) las vendió al barakaldés Felipe de Murga que las acomodó como casa de labranza. En 1846 pasaron a manos de Francisco de Escauriza. Su hija y heredera, Carmen, las vendió a los ingenieros británicos See y Davies que precisaban el solar para la construcción del ferrocarril minero de la Luchana Mining. Con ello se eliminó todo vestigio de estas afamadas torres.
haceis una buena labor.
Gracias.
Carlos
En el tomo IV de la Nueva Geografia Universal de 1882, editorial de Barcelona de Montaner y Simon, en la pag. 465 se hace la siguiente mención «un brazo de mar que recorre las deliciosas vegas de Baracaldo, y por junto á la memorable torre de Luchana recibe a su derecha al río Asua, que viene del monte Ibarburu, cerca de Larrabezua.
Sin duda se refiere al río Nervión. Es una buena localización porque, en efecto, si ternemos en cuenta algunos grabados las «torres» se encontrarían frente a la desembocadura del río Asúa. Gracias por su aportación.
Por lo tanto las torres de Luchana estarian en la margen derecha del Nervión-Ibaizabal en la ubicacón actual del club de remo Lutxana recbiendo al Asua a la derecha junto a la margen izquierda del Asua y frente ala vega de Barakaldo.
Una ubicación razonable si tenemos en cuenta que el Asua albergo ademas un Puerto real en tiempos de los Reyes Católicos.
No tengo muy claro que sea correcto lo expresado. Parece ser que se ubicaban frente a la desembocadura del Asua, a los pies del Monte Rontegi.
¿Ha existido alguna casa torre o palacio San Vicente?. No encuentro ningún dato que lo verifique. Gracias
Que yo sepa en la Plaza San Vicente existe una casa-palacio (recién restaurada) que data de finales del siglo XIX (modernista). No me suena de la existencia de ninguna casa-torre.
En el mapa de Barakaldo de la página web «viamichelin», la que aquí se denomina Torre Lurquizaga figura como «Casa torre de Ampuero».