Las repercusiones humanas y sociales de la explotación minera

La explotación intensiva de las minas bizkainas para surtir de mineral a la entonces siderurgia moderna, los hornos altos ingleses, franceses, belgas, alemanes y posteriormente a A.H.V., que terminó comprando las minas de Orconera en 1948, es sin duda uno de los acontecimientos decisivos en el devenir histórico de Bizkaia. La saca de mineral se convirtió en la principal empresa de su economía, y fue la primera gran industria durante 40 años, los últimos del siglo XIX y los primeros del siglo XX.

Debido a ello el paisaje geográfico y el factor humano del antiguo Señorío de Bizkaia sufrieron una fuerte transformación.

Fue necesario construir instalaciones que facilitasen la labor minera, hornos de calcinación, lavadero de minerales, tranvías aéreos, talleres, etc. Además de tender vías férreas que uniesen las minas con el puerto y adecuar éste a las nuevas necesidades.

Barakaldo fue la población más afectada por los ferrocarriles mineros ya que tres de ellos incidían en algunas de sus calles. El de la Franco-Belga, que llegando de Ortuella, cruzaba las calles Juan de Garay y Portu, se deslizaba a través de lo que hoy, aprovechando su desmontaje, es el bidegorri de nombre Dolores Ibarruri.

Dividía al pueblo en dos mitades, ya que la calle Portu era entonces el centro comercial de Barakaldo. Se puso en marcha en 1880.

El de la Luchana- Mining arrancaba en El Regato camino de los muelles de carga en Luchana. Cruzaba Retuerto y pasaba bordeando lo que hoy es la Feria de Muestras. Se puso en circulación en 1887.

El de Orconera, el más importante arrancaba en Gallarta para terminar también en los muelles de Luchana, cortando al pueblo por la mitad a la altura de la calle Andicollano, la que sube a Cruces. Se puso en marcha en 1876.

Luchana fue durante varios años el puerto de Bizkaia, dado que los cargaderos de mineral de las empresas más importantes, por su potencia productora y exportadora, estaban allí situados. Como dato relevante indicar que en el año 1899 se llegaron a cargar 6 millones de toneladas.

Roberto Loizaga Tejada