
LA FÁBRICA DE SANTA ÁGUEDA-ECHEVARRIA Y EL ÚLTIMO PUENTE COLGANTE (1956) (III)

EL PUENTE COLGANTE DE SANTA ÁGUEDA
No se ha podido localizar el proyecto global de construcción del Puente Colgante en ninguno de los archivos consultados, quizás porque, como vemos en los documentos encontrados, su diseño se realizó en varias fases a lo largo de tres años, provocando que la documentación se halle dispersa en diferentes expedientes. También hemos de tener en cuenta que no se trataba un proyecto independiente sino que formaba parte de uno mayor cuyo objetivo primordial era llevar una gran canalización de la factoría de Santa Águeda a la de Recalde.
Lo que conocemos hoy en día del puente es, por tanto, un conjunto de documentos –fechados entre 1953 y 1955- que muestran el diseño del mismo y de sus piezas, así como diversos planos y proyectos realizados después de su construcción -de 1956 a 1958- y que están relacionados con la colocación -o recolocación- de tuberías para el transporte de gas.
El puente, por tanto, parece haber sido diseñado en los primeros años de la década de los 50 y finalmente construido en 1956. No obstante, en el proyecto de traslado de gas de la fábrica de Santa Águeda a la de Recalde de 1959 -el segundo que se redacta en Echevarria SA después del de 1956-, el ingeniero encargado señaló que el puente fue construido por las fuerzas militares durante la Guerra de liberación.
Desconocemos la razón de esta afirmación pues al referirse a los planos originales de diseño, que utilizó para añadir al puente unas nuevas tuberías de gas que no se habían previsto en el proyecto de 1956, menciona los mismos que conocemos hoy en día -identificados por su numeración-, fechados en 1953, 1954 y 1955.
Además en ningún plano, documento, dibujo o fotografía que conozcamos de la fábrica anterior a 1956 se hace mención al puente; no aparece en ninguna relación que conozcamos de puentes volados y reconstruidos durante la Guerra Civil en Bizkaia 80 ni tampoco parece demasiado lógico que el ejército nacional construyese un puente pequeño y estrecho por el que no se hubiesen podido transportar vehículos militares ni grandes cantidades de tropas. Tampoco su diseño tiene ninguna similitud con las grandes estructuras de madera arriostradas que utilizaron de manera provisional antes de las reformas completas que se harían años después.
Por tanto, y admitiendo que no hemos podido localizar toda la documentación relacionada con la factoría de Santa Águeda -es más escasa la de los años 10, 20 y 30 además-, consideramos que lo más probable es que el ingeniero encargado de elaborar el segundo proyecto confundiese –o interpretase- este puente con algún otro reparado por los ingenieros del ejército nacional en el entorno, caso de los puentes de Lutxana y Burceña en Barakaldo, y otros del río Cadagua en Gueñes, Zalla y Balmaseda. No parece razonable, por otra parte, que equivocase este puente colgante con el Puente Bizkaia, Transbordador de Portugalete llamado popularmente Puente Colgante, volado por el ejército republicano durante la retirada en 1937 y rehecho posteriormente por el bando nacional.
ORIGEN Y DISEÑO DEL PUENTE COLGANTE
A tenor de los datos que manejamos, la edificación del actual puente está íntimamente ligada al recrecimiento del taller de laminación en los años 50 y a la construcción de una gran canalización con la que transportar el gas excedente obtenido de los nuevos hornos de la fábrica de Santa Águeda hasta la factoría de Recalde y a la Fábrica de Gas de Bilbao. Por lo que sabemos, en 1953 la sección de Gas del departamento de Laminación en frío ya estaba desarrollando la estructura del puente pues conocemos un plano fechado el 24 de mayo que recoge el diseño de las columnas, señalando que era para conducción de gas.
Parece, por tanto, que el objetivo original y fundamental era disponer de una estructura que sujetase las tuberías que transportaban el gas al cruzar el río Cadagua. Ahora bien, su diseño parece mostrar también la intención de dotarle también de uso peatonal, quizás para facilitar el paso de los obreros desde el tren de laminación de la margen derecha hacia los comedores de la margen izquierda pues el puente conectaba con una pasarela volada que bordeaba la orilla barakaldesa. También debía ser útil para los vecinos de Kastrexana ya que la iglesia del barrio –también Santa Águeda- se encontraba en el lado barakaldés.
En otro plano del 1 de julio de 1954 vemos el diseño de los cimientos -denominados en el plano fundaciones- sobre los que se asentaban las columnas de cada orilla, y que parece que tenían proyectada una sección circular en su interior para permitir el paso de la tubería por ellos.
A este plano corresponde la primera vista completa del puente que conocemos. La pasarela, proyectada como paso y sujeción de la tubería, quedaba colgada, sujeta por 17 cables o péndolas por cada lado que, a su vez, colgaban de dos grandes cables que volaban de una columna a otra del río. La unión entre cables se realizaba mediante tensores cuyo diseño vemos en dos nuevos planos: uno de 23 de julio de 1954, que incluye los tensores que unían las péndolas con la plataforma, y otro, de 24 de enero de 1955,85 que muestra los tensores que unían las péndolas con los grandes cables que volaban de una orilla a otra. En un plano más del 14 de diciembre de 195486 se dibujaron los croquis de los accesorios (grilletes giratorios, empalme de botella, guardacabos, abrazadera, tensor cerrado, casquillo cerrado y abrazadera doble), pensados probablemente para agarrar las tuberías a la pasarela.
En un dibujo de una sección lateral puede observarse que se preveía que la tubería de gas quedase enganchada a la parte baja de la pasarela. Con ello se cumplían las dos funciones señaladas, la de paso peatonal y la de transporte de gas.
A toda esta estructura se le añadió, en el lado barakaldés, una escalera de tramos en hormigón que permitía acceder a la capilla, situada en una cota más alta y que todavía existe. Para el 4 de abril de 1954 -aparte de definir los accesorios y tensores- el diseño general
del puente debía estar prácticamente acabado como recogemos en una carta dirigida al director de la fábrica ese día: SR DIRECTOR. ¡Este puente no creo que se caiga fácilmente! Como ve han añadido las 2 tuberías de 150 diámetro y 3” diámetro respecto al cálculo pero aun así nos quedan 230 kg/m2 de nieve, viento y otras sobrecargas (hipotéticas) más la de peatones.
Por otra parte en los cables principales tenemos un coeficiente de 6 y como no posee en catálogo el diámetro 28 que correspondía se forzó con 30 diámetro aumentando así la seguridad.
Javier Barrio
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