Menú

LOS BOLOS A KATXETE EN BARAKALDO Y EN LA ZONA MINEROFABRIL (1865-2014) (V)

LOS BOLOS A KATXETE EN BARAKALDO Y EN LA ZONA MINEROFABRIL (1865-2014) (V)
  1. BOLOS E IDENTIDADES LOCALES

Todos y cada uno de los carrejos, pero sobre todo aquéllos situados en barriadas de tipología rural, representan un lugar de convocatoria, identidad y sociabilidad para los hombres de las mismas. El grupo, primario e informal de vecinos y/o amigos, estructurado en torno a la práctica del juego, constituye para sus miembros un lugar de socialización y de inclusión de los adolescentes en el grupo de adultos y, por extensión, para jóvenes y hombres casados en el símbolo más concreto y más emblemático de su pertenencia a la aldea o barrio respectivos, actualizado ritualmente en cada partida o concurso de bolos contra foráneos. Símbolo del nosotros local más importante, si cabe, por el carácter exclusivo de las modalidades bolísticas, ya que la aparición de clubs de deportes de masas es más tardía históricamente en la zona -en torno a 1919- y que otras asociaciones –sindicales y políticas- de implantación local remiten a identidades segmentarias de ámbito supralocal -vasco, español o internacional-. Autoidentidad subrayada por la contraposición con los otros, en cuanto grupos de referencia y no de pertenencia.

Al igual que otras prácticas de esparcimiento, y concretamente las deportivas, los bolos a katxete vehicularon la rivalidad interlocal, por su inmediata función competitiva, que pone en juego el prestigio individual y colectivo. Algunos veteranos recordaban cómo un partido, jugado a finales del verano de1965 en el carrejo de Urioste, terminó “a tortas” entre los simpatizantes de los bolaris locales y los de los visitantes. La guardia civil, decidida a imponer orden, sacó a los locales del carrejo con los brazos en alto.

Identidad comunitaria del barrio de pertenencia que se expresa, actualiza y reafirma mediante la contraposición con las de otros grupos locales de referencia. El cancionero local enfatiza las victorias obtenidas por sus bolaris frente a los de diferentes barriadas.

Rivalidad vehiculada mediante los mensajes sociocéntricos que emite aquél en forma de jota. Los lances de las partidas se cantaron por tabernas y txakolies, actuando como mensajes de autoidentidad para cada barrio, mediante la exaltación del jugador más emblemático del mismo.

Por el Barakaldo y aledaños del primer cuarto de siglo sonó aquella jota que pregonaba una de las derrotas de Barrón a manos de Ángel Castaños.

“Ya se ha fastidiao Barrón,

Porque le ha ganao el Chato;

Ya no pueden echar fanfarrias,

que han ido a quinientos cuatro”

Pedro Esquizábal, de El Juncal (Trapagaran), cantaba la rivalidad existente entre los tres grandes jugadores del momento, primando a su paisano. A los que replicaban los joteros barakaldeses.

“Unos dicen que el Chatillo,

unos dicen que Quintana

otros dicen que Barrón;

otros dicen que Barrón;

pero yo sigo disiendo

pero yo sigo disiendo

que Quintana es el mejor

que Chatillo es el mejor”

Los aficionados de Urioste acomodaron la letra de esta jota, exaltando así a su campeón Inocencio Zamarripa (a) Zamarra.

 

“Unos dicen que Quintana / Chatillo,

otros dicen que Barrón;

pero en Urioste decimos

que Zamarra es el mejor”.

 

Los regateños, por su parte, enfatizaron la ventaja en bolos que obtuvo su paisano Jesús Ayo sobre el campeón de El Juncal.

“Ay Quintana, ay Quintana,

no te hagas el fanfarrón;

que Jesús, el del Regato,

diecisiete te sacó”.

 

Otras jotas, dedicadas a José Acharola Urcullu (a) Txarola, de Mesperuza (Gorostiza), vehicularon las rivalidades entre diferentes barriadas regateñas (y/o retuertanas), y su entorno.

“A Txarola de Retuerto

Ay Charola, ay Charola

Ay Charola, ay Charola,

nadie le puede ganar;

que el carrejo de Goróstisa,

que Vilda del Regato,

salvo Cecilio Quintana, ya te lo desía

yo; no te hagas el fanfarrón;

que es de El Juncal” iba a ser tu perdisión

diecisiete te sacó”

Los quintos de El Regato, El Juncal, Sanfuentes y de otros barrios, en su ronda de despedida dedicaban una jota específica a su localidad, en la que el carrejo opera como metonimia de la misma.

“Adiós Regatito /Juncalito, adiós, “Adiós, Sanfuentes, adiós,

adiós por las cuatro esquinas; adiós campo de Santa Lucía;

adiós carrejo de bolos adiós carrejo de bolos

donde yo me divertía”. donde de niño me divertía”

CONCLUSIONES

Los bolos a katxete constituyen el único deporte autóctono y exclusivo del reducido ámbito de la Margen Izquierda y Zona Minera (128 km 2), aunque muy poblado; y, por extensión, de toda la comarca de Las Encartaciones/Enkarterri. Procedente de la época inmediatamente preindustrial, ha sobrevivido a la presión ejercida por las sucesivas oleadas de inmigrantes atraídos por las minas primero y por las fábricas siderometalúrgicas después, muchos de los cuales trajeron consigo sus respectivas modalidades bolísticas. Y también a la emergencia de expresiones alternativas de esparcimiento tradicionales: baile público dominical, juegos autóctonos…; y, posteriormente, del ocio de masas, con las industrias culturales vigentes en la zona desde 1920: fútbol, cine, radio -y después televisión-. El ocio tradicional, y el juego de bolos con él, tendrán que enfrentarse a estas nuevas formas de esparcimiento, con desigual fortuna: porque, aunque las sobreviven, aquéllas han aminorado su peso y difusión geográfica entre los vecindarios concernidos, hasta verse convertidas en una reminiscencia del pretérito mundo rural y pesquero, con la consiguiente desaparición de la mayor parte de los carrejos.

Su asociación con la taberna o el txakolí y, más adelante, con el bar, la cervecera o el merendero, por lo general en la periferia de los grandes núcleos, hacen de esta vinculación una realidad imposible de desarraigar. Porque la taberna, además de ser un lugar donde se expendían bebidas, también era un lugar imprescindible de tertulia, recreo y sociabilidad, que superaba los ámbitos laboral y familiar. “Fuera de la taberna las oportunidades de aprovechar el tiempo libre se restringían extraordinariamente”.

La vida de estos lugares de esparcimiento, a la vez práctica ritualizada y construcción discursiva estaba vinculada a la forma de estar en sociedad, de expresarse, de asociarse, de consumir y demostrar los propios gustos en público. Porque los deportes tradicionales “parecen haber estado muy presentes en los lugares de consumo de bebidas, sumándose a la amplia gama de distracciones que ofrecían estos espacios. Los juegos tenían gran importancia en la sociedad tradicional, siendo el de los bolos el juego más representativo”.

Si los bolos a katxete han llegado hasta nuestros días, aunque con altibajos, es porque constituyen un rasgo cultural vinculado a la memoria e identidad locales e interlocales de la zona en cuestión; con predominio del “obrero mixto”, mitad fabril o minero, pero con memoria de la sociedad agraria residual donde vive, lo que implica formas específicas de ocio y reproduce similares formas de identidad colectiva que se van adaptando progresivamente a la modernidad (Guereña 2005: 57). Así como a los focos de ocio cotidiano propios de la sociabilidad informal masculina (taberna o txakolí) , a la amistad, a la vecindad y a la trama asociativa vinculada a su promoción. Además se trata de un espectáculo participativo porque, más allá de los desafíos cruzados entre bolaris, las apuestas las han realizado sus amigos, vecinos y familiares. Ya que la sociabilidad de taberna y carrejo se asocia al anclaje al lugar, que precisa del capital de autoctonía compartida y/o de antigüedad residencial: de formas de vida y experiencias sociales que constituyen una comunidad.

En definitiva, se trata de un verdadero legado cultural de su zona. Porque, está revestido de la doble condición de patrimonio material, por sus elementos de juego; e inmaterial: técnicas o saberes, definición de identidades individuales y colectivas (grupales, locales, comarcales).

José Ignacio Homobono Martínez

 

 

 

Comentar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recursos multimedia

Actualizado el 29 de mayo de 2025

  1. Los Paúles en Barakaldo, por Aimar Hidalgo
  2. Los Paúles en Barakaldo, por Alison Castelo
  3. Los Paúles en Barakaldo, por Jorge Paz
  4. Los Paúles en Barakaldo, por Mikel Marcos
  5. Los Paúles en Barakaldo, por Ugaitz Préstamo

diciembre 2025
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031  

Archivos

Categorías

RSS Noticias de Barakaldo