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El nacionalismo en Barakaldo, desde sus inicios hasta la Guerra Civil (II)

El nacionalismo en Barakaldo, desde sus inicios hasta la Guerra Civil (II)
  1. Periodo 1900-1910.

Los primeros tiempos El siglo XX comenzó en Barakaldo con 15.000 habitantes, siendo 1902 un año clave, pues fue entonces cuando se produjo la fusión de Altos Hornos de Bilbao, La Vizcaya y La Iberia, dando origen a Altos Hornos de Vizcaya: “La Fábrica”, que contaba con 6.000 trabajadores. Por lo que respecta a la política muy pronto se aglutinaron todas las opciones en tres grupos preponderantes: la izquierda (conjunción republicano-socialista), la derecha españolista y el nacionalismo vasco. Para el nacionalismo lo más significativo fue la muerte, en el año 1903, de su fundador, Sabino Arana, y el manifiesto de 1906, por el que los sabinianos de Zabala y los euskalerriakos de Sota acordaban como aspiración principal del partido la restauración foral previa a la ley de 1839. A partir de estos años comenzaron a crearse centros vascos en casi todos los municipios de Bizkaia, siendo el pionero –y más importante  es la Juventud Vasca de Bilbao, fundado en 1904 aunque sus orígenes se remontan a tres años antes. Fue suspendido al año siguiente y debió esperar hasta 1907 para constituirse definitivamente. Le siguió muy pronto el de Retuerto, en Barakaldo, inaugurado en 21 de octubre de 1906, cuyo dinamismo le hizo destacar notablemente en los años siguientes. Aberri escribía:

“Habréis oído siempre: ahí van los de Retuerto. Acuden a todas partes con nosotros; castigan su bolsillo para acudir a todos los actos, realizando a veces verdaderos sacrificios. Son los mismos valientes, los de la vanguardia, los que jamás por nada se arredran ni se espantan, los que sueñan cada día con su Euzkadi feliz, venturosa, como ellos la ven con los ojos de su alma, pura, bella”. El alma-mater de los inicios fue el médico alavés Francisco Tierra, cuyo consultorio se hallaba en el barrio de Burtzeña. Algunos de sus socios estuvieron presentes en todas las vicisitudes del nacionalismo de la anteiglesia hasta la misma guerra civil. Entre otros, Ildefonso de Taranko, muchas veces concejal y alcalde en funciones durante casi toda la legislatura de 1918, en sustitución de Juan de Garai; Pedro de Elexondo, concejal varias legislaturas, a quien mencionaremos repetidamente; y Raimundo de Uraga, su primer presidente. Contaba con un número significativo de emakumes, pero, sobre todas ellas y ellos, destaca Purificación de Gorostiza Garai (a) Garbiñe. Garbiñe fue para todo el nacionalismo bizkaino la personificación de la emakume perfecta. Nació en Barakaldo en 1878 y era hija del maestro Antonio de Gorostiza, antiguo carlista, y de María de Garai. Maestra de Educación Primaria en la escuela de Errekatxo, fue la primera emakume en escribir en un diario nacionalista sobre el papel que debía jugar la mujer en la patria vasca, fue una de las fundadoras del “ropero vasco”, y sobre todas sus cualidades se alababa su caridad con los huérfanos así como sus destellos de bondad, como se reflejaba en la ayuda que profesaba a un hombre ciego, vendedor de periódicos -su único sustento- al que llevaba del brazo todos los días desde Retuerto hasta Errekatxo, y a cuyos hijos –huérfanos de madre– ayudaba. Murió muy joven, en 1909, y todavía en el año 1936 se recordaba que había sido como consecuencia de la mojadura recibida durante la tormenta que cayó en una manifestación nacionalista. Fue el primer ejemplo en el que después se miraron las emakumes que escribieron en prensa, citándola como su referente. El 29 de octubre de 1907, convocada por la Sociedad Euskalduna, tuvo lugar la primera gran concentración nacionalista de Barakaldo. Contó con la participación del orfeón Euskeria, la banda de Galdakao y los ezpatadantzaris de Begoña. El mitin nacionalista congregó alrededor de 3.000 personas que abarrotaron el frontón municipal, así que, animados por el éxito obtenido, se celebró pocos días después una reunión en los locales de dicha sociedad para acordar la fundación de una Juventud Vasca en la localidad. A tal efecto fue nombrada una comisión gestora y, aunque no conocemos la fecha exacta de su inauguración, ya se había constituido en enero del año siguiente: “Un grupo de unos 150 jóvenes han fundado ya la “Juventud Vasca de Barakaldo” en la misma plaza de Desierto”; sin embargo, hay que esperar hasta el 24 de junio de 1909 para que, con locales propios, se verifique una apertura oficial. Esta agrupación, nacida en el barrio obrero por antonomasia de Barakaldo, y entonces el más poblado, va a ser determinante en la formulación de la identidad nacionalista barakaldarra en particular y de la vizcaina en general, no en vano se mostró con frecuencia crítica en muchos aspectos del nacionalismo ortodoxo y de ella surgieron años después muchos de los principales dirigentes tanto del Partido Nacionalista Vasco como de Acción Nacionalista Vasca.

Aprovechando el viento favorable, la siguiente meta se situaba en Errekatxo. Abertzales de los centros existentes comenzaron a desarrollar allí su labor de propaganda. Los de Retuerto organizan charlas, con modestia, pero con ánimo: “No tendremos la envidiable oratoria y conocimientos que muchos patriotas, pues todos los bazkides de Retuerto, menos el señor Tierra, somos obreros; pero gracias a Dios nos sobra el entusiasmo y la energía…”. Esta confesión, unida a otras similares que incluyen los diarios, despeja muchas dudas sobre el origen, indudablemente obrero y campesino, del nacionalismo en Barakaldo, con muy escasa participación de los principales propietarios de tierras, casas y fábricas, o de los principales empleados y encargados de es- tas. De cualquier forma, la siguiente cita, que se refiere a los primeros tiempos de Juventud Vasca, aunque un poco extensa, es fundamental para conocer aquellos años del nacionalismo barakaldotarra, y el papel esencial que en él jugaron los propagandistas de Bilbao: “Hace ya muchos años, cuando aún contábamos pocos nosotros, acudíamos a aquella escuela de nacionalistas que era la Juventud, instalada en el primer piso de la calle de Portu, de Barakaldo, en donde, los domingos, solían celebrarse conferencias patrióticas, aprovechando la hora del café. Había algo de ritual y sagrado en las mismas. El batzar de nacionalistas escuchaba atentamente las palabras inflamadas de los compañeros de Bilbao, que acudían a consumir un turno patriótico en la pequeña tribuna. (…) Alday, o algún otro directivo hacía la presentación de los oradores, con no mucha elocuencia, pero con una gran emoción. Marchaban los conferenciantes y allí quedábamos nosotros discutiendo y rumiando las ideas oídas. Sarria tenía muchos partidarios por sus ideas liberales, que eran como la esencia del nacionalismo barakaldés.

(…) Los grupos organizados de Juventud Vasca, poco numerosos entonces, se hacían respetar de todas las fuerzas políticas de la localidad. Villanueva (Antón) era de los más activos; gran organizador, enérgico, su influencia era enorme entre nosotros. Abásolo, Aldai y muchos más empezaban entonces a organizar Solidaridad de Obreros Vascos en Barakaldo, organización que llegó a tener una fuerza considerable en la localidad. En aquellos locales de la calle Portu, insuficientes al final, por el desarrollo que iba teniendo Juventud, nos sorprendió la dictadura primorriverista, no respetando ni siquiera el inocente colorido del blanqueado de las paredes”. El origen de la agrupación de Retuerto no difiere en absoluto de la de Juventud, con la presencia destacada de los nacionalistas bilbotarras: “Pregúntese a cualquier patriota viejo de El Valle, Retuerto, El Regato, San Vicente, etc. y se convencerá de que fueron los patriotas bilbaínos los que sembraron la semilla en las Encartaciones, con anterioridad y con mayor cariño que en otras regiones de la patria muy amada. Requiera a los primeros mendigoxales del “Txakur-Txiki”, “Arin-Arin” y “Betikuak” para que le hablen de aquellas excursiones domingueras tan fructíferas para la propaganda jelista en Retuerto y en todos los pueblos de las Encartaciones. Y verá cómo los patriotas bilbaínos tuvieron siempre predilección por sus compatriotas los encartados.

Verá cómo, hace veinticinco años –cuando nadie se acordaba aquí del alpinismo- los nacionalistas bilbaínos, constituyendo en Bilbao los primeros grupos de mendigoxales, subían muchos domingos a las crestas del Eretza, del Ganekogorta y de Pagasarri, desde donde, después de comer, iniciaban el descenso a algún pueblo de las Encartaciones para entablar allí sus discusiones y su propaganda. Unas veces por Okendo, Gordexola y Sodupe, y otras por Alonsotegi, Retuerto, Regato, etc., que precisamente, solían ser sus pueblos predilectos. Y fruto de aquellas campañas fue precisamente la constitución en las Encartaciones de los primeros grupos de patriotas organizados en Euzkadi. De manera similar, las localidades del entorno de Meatzaldea fueron creando sus respectivos centros. En los años 1905-08 se inauguraron los de Portugalete, Santurtzi, Sestao, Trapagaran (dos, el de Ugarte y el de Escontrilla), el aristiarra de La Arboleda, el de Alonsotegi y el de Gueñes.

Revista K Barakaldo4

Goio Bañales García

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Actualizado el 25 de junio de 2024

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