El primitivo territorio castellano: ¿Bardulia?
El nombre de Bardulia ha designado un territorio diferente a medida que avanzaba el tiempo. Estrabón localizaba a los várdulos desde Oyarzun hasta la desembocadura del Deva, ocupando la actual Guipúzcoa con parte de ílava y Navarra, y lindando con caristios y vascones. En el siglo V, Hidacio presenta a los hérulos saqueando las costas de Cantabria y Bardulia.
Pero en el siglo VIII Bardulia se ha corrido hacia el interior, hacia el norte de la provincia de Burgos y sur de Santander, diferenciándose del territorio de ílava. La causa de este desplazamiento puede haber sido la emigración del pueblo várdulo hacia estas tierras tras el poblamiento y conquista del actual País Vasco por los vascones durante el siglo VI, mientras la zona no estaba sometida por los visigodos.
Alfonso I y su hermano Fruela hicieron dos expediciones por el sector oriental del reino. La primera pasa por Saldaña, Mave, Amaya, Oca, Lara, Clunia, Arganza llegando hasta Osma, cuyos habitantes se entregan (el obispo de la ciudad, Eterio, aparece poco después en la Liébana). La segunda campaña siguió el curso del Ebro por Miranda, Revenga, Haro, íbalos, Carbonaria, Briones, Cenicero y Alesanco. Aunque las campañas fueron de saqueo y destrucción, parece que intentaron conservar las fértiles tierras de las márgenes del Ebro y el control de la calzada romana de Zaragoza a Astorga, así como La Bureba.
La documentación sobre este primer conato de repoblación sigue siendo polémica ya que se duda de su autenticidad. Prescindiendo de este debate son tres los documentos de que se disponen.
El primero datado el 24 de abril del 759 se refiere a la fundación del monasterio de San Miguel del Pedroso bajo la abadesa Nonna Bella y siendo obispo Valentín y rey Fruela I.
El segundo documento está datado el 1 de enero del 790, que trata sobre la fundación del monasterio de Aquas Cálidas por ílvaro y sus hermanos. Parece ser que se refiere a un lugar cerca de La Hermida en la actual Cantabria.
El tercero datado en 31 de diciembre del 790 dice que el monasterio de Cillaperlata recibía una donación del abad de ciertas posesiones en los Montes de Retuerta hasta Cabadillo, tres molinos en Tovera, la iglesia de San Salvador en Valle, la de San Millán en Roxas y la de Santa María y Santa ígueda y San Quirce. Fray Justo Pérez de Urbel considera que este documento tiene equivocada la fecha y se debería datar en tiempos de Alfonso III y no de Alfonso II.
En cuanto ‘Abd al-Rahman I logró pacificar su emirato envió a sus ejércitos al mando de Badr hacia la marca oriental del reino asturiano. Era el año 767. Desde La Rioja, Badr remontó el río Ebro hasta llegar casi a su nacimiento devastando la zona y luego se ensañó con la llanura alavesa. En su retirada fortificó los puntos estratégicos con el fin de mantener el control de la calzada romana que surcaba el territorio. En concreto debió fortificar Pancorbo y controló de nuevo las fortalezas riojanas (Cellorigo, Briones, íbalos, …).
Si en alguna parte resistieron las avanzadillas repobladoras asturianas, la dura campaña del 791 terminó por ahogar esos intentos de repoblación de la zona.
Siento tener que decirlo, pero en este artículo se presentan teorías poco fundamentadas como si fueran prácticamente hechos demostrados, y no es así. Aunque se mencionan las otras teorías en estudio, se toma partido por una de ellas, para la que hay tan poca base como para las demás.Reconozco que desde cierto ámbito político y académico vasco se han presentado aspectos de la Historia «arrimando el ascua a su sardina». Pero es que -y esto es algo que no se dice, ni se reconoce- desde el campo contrario se hace exactamente lo mismo. No digo que sea el caso del promotor de este artículo en concreto, ni muchísimo menos, pero es algo muy típico desde posturas centralistas tratar de apoyar las tesis que, a su entender, «desvasquizan» a la Comunidad Autónoma Vasca… como si el origen étnico tuviera la menor importancia, a estas alturas de la película.Y ese es el caso de la llamada «vasconización tardía» de autrigones, várdulos y caristios, nada demostrada, solo una moda más. Y, en todo caso, creo que ese enfoque merece tres reflexiones en cuanto a sus implicaciones histórico-políticas, para que no se froten demasiado las manos:1) Aunque fuera cierta esa teoría, lo que pondría de manifiesto es que los actuales «vascos» (oriundos de la CAV) llevamos aquí desde, al menos, hace unos 1.400 años. Aunque no sean miles de años, no está mal como reivindicación.2) Que si la vasconización tardía se dio por «desplazamiento» o «sustitución», somos, en todo caso, los «vascos originales», los vascones procedentes de la actual Navarra, que se asentaron aquí también. De hecho, más «vascones» que los actuales navarros, que sufrieron una presencia árabe muy importante (en la parte sur del territorio).3) Que si, por el contrario, la vasconización tardía se dio por «asimilación», los actuales oriundos de la CAV descendemos de «proto-celtas con habla euskérica». En todo caso, algo diferenciado de la mezcla de prerromano romanizado, visigodo y árabe típica de España (perdóneseme la gran simplificación irónica).Finalmente, es necesario repetir que la hipótesis de vasconización tardía tiene tantos o más detractores que otras. Los argumentos a favor que se aportan en este artículo son especulaciones, y tienen múltiples contraargumentos igualmente especulativos, pero basados en la lógica en similar proporción. Así, es muy importante señalar que los actuales dialectos del euskera se corresponden geográficamente con los territorios ocupados originalmente por las tribus mencionadas. Si hubiera habido una vasconización por «desplazamiento o sustitución» prácticamente no debería haber dialectos, serían todos como el dialecto navarro. Si hubiera habido vasconización por «asimilación» se podrían explicar esos dialectos, pero no parece muy probable que varias tribus adopten un idioma «invasor» muy minoritario (y sin una gran cultura asociada, literatura, etc), como era el euskera en la península en aquella época y lo mantengan como suyo, contra viento y marea, a través de los siglos. Como poco lógico parece que no quede ningún registro, atisbo, ni referencia a una invasión en toda regla de los vascones hacia los habitantes de los territorios limítrofes del norte, que diera lugar a un dominio de esas proporciones (las escaramuzas no cambian el idioma de los locales).Los topónimos célticos, que sin duda existen en la actual CAV, se explican fácilmente con una presencia de celtas, incluso de forma permanente. Pero no significa, en absoluto, que las mencionadas tribus, lo fueran. A nadie se le ocurre decir que los habitantes de Hispania fueran originariamente árabes (o estuvieran emparentados) porque existan infinidad de topónimos árabes. También, por cierto, existen numerosos topónimos aparentemente euskericos diseminados por toda la península.Para terminar, en algunos comentarios en la discusión de artículos sobre el origen euskerico o céltico de várdulos, caristios y autrigones dan por sentado el origen «bereber» de los vascones. Algo totalmente discutido y sin evidencias. Se hace desde cierta postura política, por análogas razones a las que la ideologia opuesta esgrime teorías contrarias. Todos (unos y otros) con muy poca base. Y se hace, además, con sentido peyorativo, como si eso fuera un demérito (caso de ser cierto). Obviando, en tal caso, que quienes sí que tienen un porcentaje enorme (y probado) de ascendencia norteafricana son, precisamente, los actuales habitantes de toda la península, salvo precisamente las comunidades cantábrico-atlánticas, por razones obvias del dominio árabe durante siglos.
Yo no siento tener que decir, que según la biologa Cristina Valdiosera, del Centro Mixto UCM-ISCIII de Investigación sobre evolución y comportamiento humanos, manifestó: » Los vascos descienden de los primeros agricultores que nosotros estudiamos en Atapuerca, y de otras regiones, como demuestra en estudio prácticamente simultáneo basado en un individuo de Cataluña» ( publicado en una revista estadounidense PNAS ). Por otro lado, Jose María Bermúdez de Castro, Codirector de los yacimiento de Atapuerca, manifiesta: » El origen paleolítico de los vascos es una leyenda urbana que ya no tiene ningún sentido y está olvidada hace años.» Por otra parte añade: » Los vascos preservan más la pureza neolítica.» El investigador de la Universidad de Upsela ( suecia ), sostiene en un comunicado: » … quelo svascos permanecieron relativamente aislados los ultimos 5000 años, pero no mucho más.»
Y todo esto, ¿ A qué nos conduce ? Pues es el fin lo que debe interesarnos. Soy lector asiduo de las diversas posiciones que son mantenidas al respecto, y por más que leo una y otras, creo que no nos conducen a ningún sitio. Sí, digo bien, no nos conducen a ningún sitio. Pero a mi parecer los estudios llevados en Atapuerca, son demoledores.
¿ Cómo puede mantenerse por parte del Instituto Cultural Vasco, » Que los primeros habitantes del País Vasco de los que se tiene noticia datan del bajo paleolítico, hace aproximadamente unos doscientos mil años ( 200.000 años ) » y no se aporte ninguna referencia científica acerca de dicho dato ? ( Ref. pagina WEB EUSKAL CULTUR ERAKUNDEA – EKE-ICB )