Barakaldo llora la muerte de Julián Larrea, aizkolari y maestro del mundo rural
Recién estrenado el 2025, Barakaldo ha tenido que despedir este jueves a uno de sus vecinos más ilustres, el aizkolari Julián Larrea. Nacido en noviembre de 1929 en Trapagaran, en el barrio de Ugarte, ha fallecido a los 95 años, dejando un enorme legado de lucha y de reconocimiento del mundo rural y del herri kirolak.
Once veces campeón de Bizkaia y tres de Euskadi en categoría de tronza, inculcó su pasión a su hijo Amando y a su nieto Julen, actual campeón de Bizkaia por pareja de aizkora, e impulsó una escuela de deporte rural vasco, que desde 2019 se ha relanzado en el barrio baracaldés de Gorostiza, a donde se mudó tras casarse con Águeda, su mujer. Allí se instalaron en el histórico caserío ‘Monto’, construido hace unos 170 años. Un hogar que se convirtió desde 1997 y durante más de dos décadas en un museo etnográfico, lleno de todo tipo de cencerros, guadañas, azadas, barrenos, cepillos, tenazas, yugos y marcas de ganado. Unas 3.000 piezas diferentes, a las que se suma una colección de 400 hachas, algunas con más de 500 años de antigüedad, que sirvieron para mostrar a varios miles de niños del municipio los secretos y las tradiciones del mundo rural.
Y es que Julián participó de manera desinteresada en el programa educativo municipal Ezagutu Barakaldo, que ofrece al alumnado de colegios e institutos de la localidad la posibilidad de conocer mejor la historia, el patrimonio, la cultura y el medio ambiente de la segunda urbe vizcaína.
«Todos los lunes iban chavales a su casa y les enseñaba encantado todo tipo de herramientas», cuenta a este periódico su nieto Julen, quien se muestra «orgulloso» de poder poner en práctica en las competiciones todo lo aprendido al lado de su aitite, quien ostenta el récord del aizkolari más longevo en cortar un tronco de ‘kana’, de más de 2,5 metros de perímetro. Fue a los 90 años, con unos 1.200 hachazos, en poco más de una hora, después de haberlo logrado también con 80 y con 85, dejando a todos los presentes boquiabiertos.
Larrea también se colgó varios campeonatos de Bizkaia con hacha, y fue además el primer campeón de España de caza con perro, en 1968. «Era un hombre muy trabajador, amable, risueño y muy buena persona», recuerda Peru Maza, responsable de Gorostiza Herri Kirol Kluba, la única entidad dedicada al deporte rural vasco que existe en toda la Margen Izquierda, impulsada por apasionados de esta disciplina, que se formaron siendo niños con Julián. «De pequeño todos los de mi quinta salíamos del colegio en Retuerto, pasábamos por casa a por el bocadillo, y nos íbamos directos a su caserío, a practicar o a estar con él en la huerta. He pasado más tiempo con él que en mi propia casa. Me ha dejado un grandísimo recuerdo», ha apuntado Maza.
Humildad y humanismo
Artesano de la madera, cada año en Navidad, para la celebración de Olentzero en Gorostiza, dona numeroso mobiliario y enseres de su caserío, que hacen de esta recepción una de las más auténticas de toda la zona. Larrea era además un enamorado de la naturaleza y de las abejas. Poseía varias colmenas y llevaba años luchando de manera incansable contra las avispas asiáticas.
El Ayuntamiento ha trasladado su cariño y condolencias por esta pérdida a la familia y allegados de Julián, «aizkolari y barakaldes de ‘pro’». El Consistorio ha querido además recordar la gran labor realizada por este añorado vecino, que llegó a ser pregonero de las fiestas patronales. Su bagaje además le sirvió para ganar el Premio ‘Jolín’ en 2020, «después de haber proporcionado a Barakaldo grandes alegrías en lo deportivo, como aizkolari, pero sobre todo en reconocimiento a su humildad y humanismo». La propia alcaldesa, Amaia del Campo, ha asegurado que tanto ella como todo Barakaldo «echará de menos» a Larrea, pero que por contra «todas las historias que ha compartido con nosotros quedarán para siempre».
Tomado de www.elcorreo.com
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