LA CENTENARIA CAPILLA DE LA FÁBRICA DE SANTA ÁGUEDA DE ZUBILETA-KASTREXANA (III)
EL ARQUITECTO FEDERICO DE UGALDE, AUTOR DEL PRIMER PROYECTO DE LA CAPILLA
La responsabilidad del diseño de la iglesia que nos ocupa recayó en un arquitecto que no sólo compartía con el impulsor de la obra su nombre de pila, sino también algunos de sus apellidos. Federico de Ugalde Echevarría era hijo de Toribio de Ugalde, destacado empresario harinero, y de Dolores Echevarría Rotaeche, hermana de Federico Echevarría Rotaeche; por consiguiente el industrial era tío del arquitecto, que nació en Bilbao en 1873.
Tras estudiar en Bilbao y Bergara, Ugalde preparó el ingreso en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, aunque finalmente se licenció en la de Madrid en 1898. Un año más tarde se implicó en la construcción de la nueva sede de una empresa familiar promovida por su padre: La Fábrica de Harinas Ceres, situada en el muelle de la Merced, edificio célebre por tratarse de la primera construcción realizada en España con una estructura de hormigón armado, sistema Hennebique. Aunque el diseño original del edificio se atribuye al ingeniero Ramón Grotta, la posterior reforma de la fachada se ha adjudicado al propio Ugalde.
Esta fue la primera de diversas importantes contribuciones del arquitecto vinculadas al panorama arquitectónico de este sector industrial entre las que destacan el monumental edificio de Molinos Vascos (1920-1924), impulsado por los herederos de Toribio de Ugalde, y el barrio residencial de Iralabarri (1908-1918) concebido para alojar a los obreros de su principal empresa rival, la Fábrica de Harino-Panadera, promovida por Juan José Irala. Sin salirnos del panorama industrial aún puede citarse alguna otra obra de este arquitecto, caso de la central térmica de Burtzeña (1927), que se encontraba muy próxima a las instalaciones de los Molinos Vascos.
Contribuciones suyas bien conocidas son la reconstrucción del Teatro Arriaga tras el incendio de 1914 o la realización del plano del Segundo Ensanche de la Villa al ganar el concurso convocado diez años antes.
La mayor parte de sus aportaciones al panorama arquitectónico de la villa se incluyen sin embargo dentro del apartado residencial, como el chalet proyectado para Tomás Allende en Indautxu (1905), aunque predominaron los diseños de casas de vecindad con ejemplos tan diferentes como el inmueble que se sitúa en el número 2 de la calle Merced esquina con Ribera (cerca de la fábrica Ceres) -rematado en un monumental torreón coronado por pináculos- o el racionalista edificio de Doctor Areilza 15, -de limpios volúmenes donde se combinan ladrillo y hormigón en líneas diagonales convergentes al chaflán-, realizaciones ambas que pertenecen ya a la década de los años 30.
Del mismo modo que su tío, Federico Ugalde tuvo una notable presencia en la vida social
de Bilbao, siendo como aquel concejal de su Ayuntamiento, cargo que ostentó entre 1924 y 1930. Además fue miembro fundador de la Sociedad Filarmónica, Presidente de la Sociedad Bilbaína y de la Asociación de Arquitectos Vizcaínos. Estuvo también muy ligado a la Santa Casa de la Misericordia, presidiendo su Junta desde 1937 a 1960. Para esta institución planificó numerosas obras, iniciadas con la ampliación adosada a su fachada trasera en 1901 que se vería recrecida con una nueva planta pocos años después.
La relación profesional con la sociedad Echeverría e Hijos no se redujo a la concepción de la capilla de la Fábrica de Santa Águeda. Suyos son también los diseños de la Casas de obreros que se encontraban inmediatas a ella, realizados en el mismo año de 1919 o algunos proyectos de ampliación de las instalaciones de la fábrica de Begoña así como la reforma del chalet que poseía la familia en la calle Gordoniz o la construcción de otra residencia (hoy en un lamentable estado de conservación) que se alza en las inmediaciones de la Fábrica de Castrejana, junto a la cerrada curva que traza la carretera de acceso a la misma.
Jesús Muñiz Petralanda
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