Los puentes de Burtzeña (V)
El segundo puente de hierro
El puente de 1879 comenzó a quedar obsoleto por sus dimensiones ya en las primeras décadas del siglo XX y, ante la dificultad de su ampliación, la Diputación comenzó a valorar la posibilidad de su sustitución por una nueva estructura con mayor capacidad. En febrero de 1929 se comunicaba al Ayuntamiento de Barakaldo el estado de los estudios sobre un nuevo puente.
El proyecto y la dirección de la obra civil probablemente estuvo a cargo del ingeniero de caminos de la Diputación, Francisco Guinea. En noviembre de 1931 se aprobaba el proyecto de cimentación por aire comprimido de uno de los estribos, que se adjudicaba en enero de 1932, En septiembre de ese año, una riada causó daños en lo construido. Sin embargo, el proyecto de la estructura metálica se encargó directamente a la oficina técnica de la compañía Basconia S. A., la importante empresa de Basauri, a cuyo frente estaba el ingeniero de minas Fernando Gondra Lazúrtegui, quien firmaría el proyecto junto al ingeniero proyectista de la fábrica, cuya firma no aparece legible. La Basconia proyecta un puente tipo viga Warren, con montantes verticales y cordón superior curvo, dimensionado para las nuevas necesidades. Así, aunque el ancho principal destinado al paso de vehículos solo aumentó 50 cm, pasando a ser de 6,50 metros, se añadían dos andenes laterales para uso peatonal de dos metros, dando una anchura total de 10,50 metros. La longitud del nuevo puente mantenía los casi 70 metros del anterior.
El diario El Noticiero Bilbaíno publicaba el 12 de mayo de 1933 una foto del puente ya en un avanzado estado de construcción. En octubre ya estaba todo dispuesto para la tarea delicada de la sustitución del puente antiguo por el nuevo de la Basconia mediante deslizamiento por medios mecánicos. El día 21 de octubre, el diario ABC escribía que el día anterior, el 20 a las cuatro de la tarde, se estaba procediendo “a la colocación, por un sistema automático, de un nuevo puente de 70 metros sobre el río Cadagua, en lugar del viejo, que será retirado también por el mismo procedimiento automático”, y el día 24 La Vanguardia anunciaba que ya se estaba procediendo a retirar el puente antiguo una vez reemplazado por la nueva estructura. El Blanco y Negro de 29 de octubre de 1933 titulaba “Una gran obra de ingeniería” y publicaba fotografías de los dos puentes tomadas durante el proceso de sustitución.
Los delicados trabajos de sustitución y retirada del viejo puente no estuvieron exentos de accidentes. El diario Ahora del día 9 de noviembre publicaba una foto del “Lugar del puente de Burceña, en Bilbao, donde se desprendió una vigueta de hierro, que causó la muerte al obrero Francisco Díaz, que allí trabajaba.” Y a finales de diciembre, ocurrió una tragedia que relataba también La Vanguardia: “El viejo puente de Burceña, que se estaba desmontando, se derrumbó sobre el río Cadagua, arrastrando en su caída a diez obreros, uno de los cuales, resultó muerto, y los otros gravísimos”. El texto se acompañaba con una fotografía de Espiga en la que podía verse el puente semihundido en el Cadagua.
El puente tuvo un final trágico: el 19 de junio de 1937 fue dinamitado por la 5ª División del Ejercito vasco con cuartel en la fábrica de Gomas Garay (Retuerto), para proteger la retirada ordenada.
Joaquín Cárcamo Martínez
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