Alto Mendibil (549 m.) y Bitarratxu (521 m.)
Partimos de las piscinas municipales de Trapagaran. Un sendero por detrás de ellas desemboca en una pista asfaltada que, en notable pendiente, pasa junto a la ikastola Itxaropena, bordea Villa Halcón, finca particular dedicada a la conservación de la fauna, y sale al bidegorri. Por la izquierda, llegamos a la escuela de hípica (0h.25’). Frente a ella, un camino de tierra remonta hacia la montaña. Más arriba desembocamos en una pista por la que llaneamos (izq.) durante más de un kilómetro hasta un desvío en el que volvemos a ganar altura decididamente. Cruzamos una pista y seguimos subiendo para salir a la carretera que lleva a Barrionuevo (1h.00’).
Caminamos por el asfalto (dch) hasta situarnos bajo la línea de alta tensión. Allí parte un camino pedregoso que tras una revuelta nos aúpa al altiplano de Barrionuevo. Lo cruzamos (SO) bordeando algunas parcelas y nos situamos a los pies de la antecima del Bitarratxu. Un sendero la rodea por la derecha, cruza la pista de acceso al Mendibil y llega a la alomada cumbre, que domina todo el Gran Bilbao y señalada por un vértice (1h.40’). Del buzón cimero, que se protegía bajo la cercana torre de alta tensión, solo queda el pie.
Descendemos (S) por una senda que lleva a una pista. La seguimos hasta una característica hilera de cipreses de divide las parcelas. Ya con el pirulí a la vista, remontamos pasando junto a una fuente hasta la construcción. El buzón está detrás, sobre una peña (2h.00’). A nuestros pies se observan perfectamente las viejas excavaciones en busca del hierro. Un sinuoso sendero desciende entre las peñas y luego sube hasta una pista herbosa. Rodeamos el barranco de las antiguas extracciones y nos situamos al inicio del plano inclinado por el que en su día circularon vagonetas cargadas de hierro, hoy un camino (S) que desciende, tras un par de zigzags en su parte de abajo, hasta la agradable senda que recorre el barranco del pantano de Loiola.
El bonito paseo termina en el merendero de Lagorriga (2h.50’), uno de los barrios más rurales de Trapagaran y donde podemos ver cubos de piedra con las marcas realizadas por los barrenadores para dinamitar la piedra. Allí mismo cogemos una pista de cemento, que desmboca en otra de asfalto. Hacia la izquierda, a la altura de muros, restos de la explotación minera, seguimos (dch) un atajo entre campas y huertas que desemboca en la carretera que baja a La Arboleda (3h.30’).
Cruzamos el pueblo, bordeamos el campo de fútbol y subimos a la pequeña cota de La Nabiza, sobre el campo de golf y coronada por una mesa de orientación. Bajamos al merendero de Matamoros, pasamos bajo la carretera y realizamos un pequeño circuito entre los pozos antes de subir a La Reineta (4h.10’) por un camino paralelo a la carretera. Ya solo queda descender a Trapagaran por una pista en la que varios atajos permiten evitar sus amplios zigzags antes de retornar al aparcamiento de las piscinas (4h.45’). A los que no les queden fuerzas o ganas pueden descender cómodamente desde La Reineta en el funicular.
Tomado de www.elcorreo.com
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