Diego de Henares, alcalde de Caracas
La mayor parte de las informaciones referentes a Diego de Henares Lezama nos llegan a través de las probanzas que realizaron sus descendientes, en especial de los capitanes Juan de Lezama y Francisco de Brea Lezama, su hijo y nieto respectivamente. Por ellas sabemos que Diego de Henares era «natural de Baracaldo, en Vizcaya, de la casa de Lezama en Iraúrigui, una de las más antiguas y nobles de aquel señorío«. Efectivamente, es fácil hallar referencias al apellido Lezama en Barakaldo, por ejemplo, Juan de Lezama de Irauregui, que fue alcalde del municipio en el año 1552, del que no sería descaminado suponer que fuese padre del personaje que biografiamos. A pesar de ello, debemos confesar que no hemos encontrado ni una sola referencia al apellido compuesto Henares-Lezama.
Hallamos una nueva pista sobre su ascendencia en el informe del citado capitán Francisco de Brea Lezama, quien se decía «Hijo legítimo del Capitán Bernabé de Brea y de doña Catalina de Lezama y Aranguren, mis padres, y nieto del capitán Diego de Henares Lezama y de Mencía de Acosta, su legítima mujer«. El apellido Lezama-Aranguren, con el que aquí se nombra a dicha Catalina no es casual, y, posiblemente, responde al segundo de los apellidos de Diego de Henares Lezama, pues el de Aranguren es muy notorio en Barakaldo. En cualquier caso, este dato nos lleva, obligatoriamente, a suponer que tuvo que existir una relación entre Diego de Henares y otros naturales de Barakaldo a los que también hallamos en el mismo espacio geográfico y en los mismos años (la segunda mitad del XVI). Hacia el año 1570 llegó a Venezuela, concretamente a la ciudad de Mérida, Antonio de Aranguren Zubileta, quien dejó amplia y destacadísima descendencia en este país. También el sobrino de este, Antonio de Uriarte Aranguren, hijo de Sancho de Uriarte y Teresa de Aranguren. Y aún encontramos al herrero Domingo López de Arandia, quien había nacido en Barakaldo hacia 1548, hijo de Iñigo de Larravide y de Teresa de Irauregui, el cual casó en Mérida con Catalina Durán. Los apellidos Irauregui y Aranguren se repiten en los tres casos. La falta de documentación nos impide comprobar si existió una relación entre todos ellos, pero la lógica parece apuntar en ese sentido. Incluso, no sería demasiado descabellado sugerir un posible vínculo entre estos conquistadores y otros barakaldarras que les precedieron, como Martín de Barakaldo, que unos años antes, en el de 1535, emigró a la cercana Cartagena de Indias, o bien, Martín de Sasía, conocido por su participación en el asalto a la ciudad de Panamá, en el año 1550, con las tropas alzadas de Hernando Contreras, a quien quisieron nombrar «Príncipe del Perú«, o también, aunque más alejado en el tiempo (comienzos del XVI), el entrañable Ortuño de Barakaldo, descubridor de la Mar del Sur junto a Balboa. Incluso, aunque ese vínculo no hubiese existido de forma física, es indudable que sus experiencias en América invitaron a otros a seguirles, entre los que el más destacado fue Juan de Zamudio Tellitu, gobernador y capitán general del Tucumán a finales del XVII. Se trata de una hipótesis que, aunque parece razonable, deberá confirmarse con estudios más profundos que el que desarrollamos en este artículo.
Volviendo anuestro protagonista, ya dijimos en el artículo anterior que Diego de Henares figuraba como el primero de los testigos de la información que presentó su amigo Sancho de Villar para hacer constar sus méritos (AGI. Santo Domingo, 14 nº 47), gracias a lo cual sabemos que al tiempo de hacer su declaración contaba 50 años de edad, es decir, que habría nacido en torno al año 1540. Sería, pues, de 26 años cuando participó en la conquista del valle de Caracas.
Si bien no tenemos noticias sobre su ascendencia, si sabemos que contrajo matrimonio con Mencía de Acosta, con quien tuvo varios hijos e hijas, de los que conocemos a:
Juan de Lezama, (n. 1576) famoso capitán que acompañó a su padre en numerosas acciones militares.
Antonio de Lezama.
Diego de Lezama (n. 1582)
Gabriel de Lezama (b. 1587)
Catalina de Lezama (n. 1576). Contrajo matrimonio con Bernabé de la Brea. Fueron padres de Francisco de la Brea y Lezama, quien casó con Inés de Mendoza Rebolledo.
María de Lezama (n. 1589)
Por lo que respecta a las primeras acciones de Diego de Henares en América, debemos recurrir nuevamente a la probanzas de los ya mencionados Juan de Lezama y Francisco de Brea, quienes nos remiten al año 1564, a los años inmediatamente posteriores a las batallas que se dieron contra Lope deAguirre, que pueden resumirse así: derrotado el ejército de Lope de Aguirre por el capitán Diego García de Paredes, se tuvo noticia de la muerte del capitán Juan Rodríguez Suárez y de los suyos, y de que se había despoblado la ciudad de Caraballeda por el alzamiento de los caracas terepaimas y otras naciones. El general Diego de Losada fue en su castigo en 1564 juntando capitanes y soldados, entre los que destacan el capitán Diego de Henares, Alonso de Galeas, Gabriel de Avis, Sebastián Díaz y otros, hasta un total de unos 150 hombres. Entraron en Caracas padeciendo grandes trabajos y encuentros con los indios, en los que murieron muchos de ellos. En 1566 Diego de Losada eligió un fértil valle en la Caraballeda, donde fundó la villa de Santiago de León de Caracas, en el mismo lugar donde antes estuvo fundada por Francisco Fajardo, quien la abandonó. Las hazañas de Henares en aquellos acontecimientos fueron muchas, destacando una ocasión en la que hallándose ausente Diego de Losada, y sirviendo Henares como teniente de gobernador de Caracas, con la ciudad a su cargo, fueron rodeados por más de 5.000 indios que pretendían atacarla, logrando salvarse de aquella circunstancia gracias al acierto de Henares, que descubrió a unos espías y al posterior ataque que dio sobre ellos. Ahora bien, al margen de todas las batallas y trabajos padecidos, que no vamos a pormenorizar aquí, la causa que mayor fama procuró a Diego de Henares, y lo que le ha permitido pasar a la historia, es el hecho de haber sido designado para que realizase la traza de la ciudad de Caracas. Además, a él se debe el dibujo de un famoso plano de la ciudad y su entorno, que fue enviado a España en el año 1578. Sin duda, ninguno de los que participaron en la fundación de Caracas pudo imaginar las dimensiones que alcanzaría con el tiempo, ni tampoco que el dibujo de Henares llegase a ser el documento histórico más importante que la ciudad guarda de aquellos primeros años de existencia. El historiador Nectario María recogió, de la probanza de Juan de Lezama algunas frases que hacían referencia a lo que venimos narrando, pues al hijo de Diego de Henares no le pasó inadvertida la importancia de aquel hecho : «Entró con Diego de Losada y participó activamente en la pacificación y población de Santiago de León y de Nuestra Señora de Caraballeda. Fue designado alcalde de Caracas y por ser persona de capacidad e ingenio, el capitán Diego de Losada le encomendó «trazase y nivelase para su fundación; y lo tomó la encomienda y señaló la plaza, calles y solares de la forma que permanece a su cuidado»
Diego de Henares ocupó todos los puestos posibles de la administración, incluso el de Contador de la Real Hacienda. Fue alcalde de la ciudad, regidor y teniente de gobernador en varias ocasiones. Sin embargo, en sus últimos años, decidió trasladarse con su familia a la ciudad de San Sebastián de los Reyes, que había sido fundada en enero del año 1585 por el capitán Sebastián Díaz de Alfaro, a quien sustituyó como teniente de gobernador su hijo Mateo, e, inmediatamente después, Diego de Henares, el cual fue provisto para este puesto por el gobernador Luis de Rojas, ocupándolo hasta el año de 1593.
La mayor preocupación de Henares en San Sebastián de los Reyes fue la de posibilitar la cría de ganado en los llanos del entorno, en especial en el valle del Cura, para lo que tuvo que combatir a los indios caribes. Fundó el primer hato de ganado en la región, y ya de edad avanzada, en el año 1598, organizó una expedición en la que le acompañaron sus hijos Juan y Antonio de Lezama, al frente de veinte soldados cuya paga costeó, con gran cantidad de animales que sacó de su posesión, un «atajo» de yeguas, 100 caballos, 1.400 vacas y 125 cerdos. En el año 1608, habiendo ya fallecido Henares, las palabras de su hijo Juan, eran claras con respecto al éxito de la empresa, al afirmar que «hay más de veinte mil reses vacunas y otros muchos ganados de lo cual se ha aumentado y aumentará la república, sirviendo en todo a Su Magestad«.
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Nota: Los datos correspondientes a la biografía de Diego de Henares Lezama los he sacado del AGI, y sobre todo de los libros de Mario Briceño Perozo «Temas de historia colonial venezolana» y «Documentos para la historia de la fundación de Caracas«, de Lucas G. Castillo Lara «San Sebastián de los Reyes: La ciudad trashumante», de Ismael Silva Montañés «Hombres y mujeres del siglo XVI venezolano» y de Nectario María «Historia de la conquista y fundación de Caracas«. »
Goio Bañales
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